La anorexia infantil afecta a los niños, a menudo entre 4-10 meses. En realidad, es una reacción en cadena. El niño rechaza cuando le damos de comer, y cuanto más tratamos mediante diferentes enfoques para obligarlo a comer, más se cierra y niega todo alimento. La aparición de la enfermedad es progresiva, la anorexia infantil muy a menudo desaparece por sí misma o con supervisión médica. Esta anorexia del lacante debe distinguirse de un problema grave en el marco de una infecciñon, un dolor. En este caso, se debe tratar la causa del problema y todo vuelve a la normalidad.
El niño afectado por la anorexia come menos o ingiere cada vez menos líquidos. Cuando los padres se dan cuenta (a menudo la madre durante el amamantamiento o comida), comienza una lucha psicológica con el niño. Seguirán complicaciones en relación con la alimentación. Sintiendo el estrés de los padres, el niño se niega a todo alimento, asociándolo a la tensión del momento. Es un círculo vicioso que debe romperse para que el niño pueda recuperar una relación sana con la comida.
Un examen clínico del bebé permite un diagnostico viable y elimina cualquier causa que no sea la anorexia. Los padres deben consultar a un médico general o especialista, tal como un pediatra o un psicólogo. El médico sabrá dar los consejos adaptados a la situación y tratará de ajustarla lo mejor posible a la anorexia del niño.
Un tratamiento terapéutico puede detener el círculo vicioso de la privación de alimentos y el estrés que ello supone para el niño y los padres. Se recomienda a las personas que alimentan al niño, no dar importancia a la negativa de los alimentos por parte del niño, no hacer comentarios y mantener una reacción neutra en su negativa. También se debe alimentar al niño intentando con juegos, dejando que se ensucie si lo desea y los tiempos de su preferencia. Liberando la presión le ayudará a alimentarse de nuevo con deseo.
Lo que surge de los estudios sobre los niños con anorexia, es que se trata de la expresión de un conflicto con uno o varios parientes que alimentan el niño. A veces, el niño es normalmente nutrido con otras personas (enfermera, los abuelos). No deje que la situación empeore, puede volver a las comidas normales. Dejando una mayor libertad al niño durante las comidas, sin percibir estrés, sino como parte de su día, así como vestirse, bañarse, etc.