Los angiomas del hígado, también conocidos como hemangiomas o angiomas hepáticos, son tumores que se desarrollan a partir de los vasos sanguíneos del hígado. Es un tumor benigno formado por pequeñas cavidades llenas de sangre. En muchos casos, el tumor es múltiple y se encuentra en los adultos entre los 30 y los 50 años. Su tamaño normalmente es menor de 4 cm.
En la inmensa mayoría de los casos, los angiomas del hígado son asintomáticos y la persona no tiene ningún síntoma y no se dará cuenta por si misma de que lo padece. Se descubre por azar durante una exploración o una ecografía realizada en el contexto de otras investigaciones. Si se descubre un hemangioma del hígado, la función hepática es normal y el paciente no siente síntomas debido al angioma.
El diagnóstico no presenta ninguna dificultad cuando el paciente no sufre de ninguna enfermedad hepática. El angioma generalmente se descubre por casualidad durante una ecografía abdominal, tomografía computarizada o una resonancia magnética.
El tratamiento de hemangioma del hígado es bastante simple. Si el angioma de hígado mide menos de 4 cm, la situación no requiere ninguna intervención, y no se requiere seguimiento. El tamaño de estos angiomas suele ser estable y las complicaciones son excepcionales. Sin embargo, si la lesión es superior de 4 cm. o si el contexto sugiere que pueda haber un cáncer o una cirrosis, habrá que realizar algún examen de imágenes. Sin embargo, cuando se detecta un angioma clásico sin complicaciones ningún seguimiento es necesario.
El hemangioma del hígado es el resultado de una malformación congénita no hereditaria, no lo podemos prevenir ni evitar. Por otro lado, no existe ningún examen que se pueda utilizar en la prevención específica del angioma del hígado. No hay que temer el angioma del hígado, porque a excepción de casos raros, es benigno e indoloro. Su evolución no presenta complicaciones.