La cortisona es una hormona del grupo de los lípidos, perteneciente a los esteroides. En el organismo, la cortisona se produce gracias a las glándulas suprarrenales, localizadas en la parte superior de los riñones. Entre las principales acciones de la cortisona se encuentra intervenir contra las reacciones inflamatorias o alérgicas y actuar sobre el tejido conjuntivo. A menudo, la cortisona se fabrica en el laboratorio y se utiliza como medicamento, sobre todo para aliviar el dolor articular transitorio, algunas veces en forma de infiltración y también como tratamiento a largo plazo en las enfermedades articulares crónicas. Sin embargo, su uso prolongado y excesivo puede causar efectos secundarios graves.