El herpes cercenado no es, a pesar de lo que evoca su nombre, una forma del virus del herpes. Este término tiende a desaparecer y a ser reemplazado por el término dermatofitosis, ya que es con frecuencia es debido a hongos dermartofitos.
Se trata de una afección de tipo fúngico que afecta a la piel, y que se manifiesta por placas rojas en forma de anillo que se extienden progresivamente mientras que la parte central se va aclarando. Pueden ir acompañadas de picores a veces muy importantes.
El hongo puede ser transmitido por los seres humanos, por los animales domésticos o por una superficie infectada.
El diagnóstico es clínico, aunque a veces puede ser complementado en caso de duda con una luz ultravioleta.
La dermatofitosis se trata con cremas antimicóticas o con corticoides si la picazón es severa. En caso de lesiones muy extensas, puede ser necesario asociarlo con un antifúngico por vía oral.