La enfermedad de Cushing es una patología el conjunto de cuyas manifestaciones se reagrupan bajo el nombre de síndrome de Cushing. Distinguimos estas dos entidades, porque aunque la enfermedad de Cushing en cerca de las tres cuartas partes de los casos es la única responsable de los síntomas descritos más abajo, existen algunas otras causas patologías que dan el mismo síndrome. La enfermedad de Cushing corresponde a un tumor localizado en la glándula hipófisis, que segrega un exceso de una hormona llamada ACTH u hormona adrenocorticotropa, que actúa directamente sobre la glándula suprarrenal. Este tumor va a provocar un exceso en el funcionamiento de la corteza suprarrenal (parte de la glándula responsable de la secreción de glucocorticoides). Además, otras patologías son responsables del mismo cuadro clínico y responden también a la definición del síndrome de Cushing y son: el síndrome paraneoplásico debido a la secreción de ACTH de otro tumor (algunos tumores bronquiales tienen esta posibilidad) y el adenoma suprarrenal o corticosuprenaloma (ambos son tumores suprarrenales). En todos los casos, el punto común es un exceso de secreción de glucocorticoides por parte de la glándula suprarrenal.
Tanto la enfermedad de Cushing como el síndrome de Cushing tienen los siguientes síntomas:
Tanto en la enfermedad de Cushing como en el síndrome paraneoplásico puede aparecer una melanodermia (la piel se vuelve más oscura).
El diagnóstico se realiza por la clínica y determinados exámenes complementarios:
El tratamiento del síndrome de Cushing depende de la causa de la hipersecreción de glucocorticoides. En general se debe extirpar quirurgicamente el tumor involucrado.