La cesárea

La cesárea es una intervención quirúrgica que se practica bajo anestesia general o local para que nazca el bebé a través de una incisión efectuada en el útero.

Qué es y cómo se practica una cesárea

El médico realiza una incisión en el abdomen. En seguida se rompe la bolsa amniótica y sale el líquido amniótico. Más tarde extrae al bebé. Las consecuencias de un parto por cesárea son idénticas a las de un parto por vía vaginal. Se hace una sutura de la incisión. Los puntos de sutura se retiran, aproximadamente, 10 días después. El padre no está autorizado, en la gran mayoría de las ocasiones, a presenciarla.

Etimología de cesárea

Esta palabra procede del latín caedere que significa cortar. Hay quien la relaciona con Cayo Julio César, aunque esta relación no es clara.

Cuáles son los tipos de cesárea

Existen tres tipos de cesárea. En la cesárea clásica, la incisión es vertical en el centro del abdomen, es la que presenta más complicaciones y actualmente casi no se practica. En la cesárea en el segmento inferior, la incisión es transversal u horizontal en la parte inferior del abdomen, es la que se practica con más frecuencia, ya que comporta menos pérdida de sangre y la cicatriz es mas estética. Por último, en la cesárea histerectomía se extirpa el útero después del parto. Solo se hace en casos extremos, como cuando el sangrado es incontrolable o cuando la placenta se adhiere a la pared del útero y no es posible separarla.

Indicaciones médicas de una cesárea

Las indicaciones más frecuentes de una cesárea son las situaciones de urgencia que necesiten del parto rápido del bebé, por ejemplo, cuando aparecen signos de sufrimiento fetal como problemas de ritmo cardiaco y en caso de un sangrado importante de la madre. También cuando el niño está en una mala posición (de frente, nalgas o espalda); cuando el niño es demasiado grande o la pelvis de la madre demasiado estrecha; cuando el niño es de muy bajo peso; en caso de anomalías en la placenta; cuando hay un bloqueo del cuello uterino o en la parte baja del útero que puede provocar una hemorragia; en caso de una hipertensión arterial que pueda entrañar complicaciones en el transcurso del parto; por la presencia de herpes genital que corre el peligro de contaminar al bebé en el momento de la expulsión, entre otras razones.

Recuperación después de una cesárea

A menudo, la madre se siente adormecida, con picores en el cuerpo y tiene náuseas que pueden durar hasta 48 horas. La lactancia puede efectuarse, pero debe pasar un tiempo de 10 horas después del parto. Al igual que cualquier mujer después del parto, aparece un flujo vaginal llamado loquios, constituido por sangre y tejido muerto de las paredes del útero. En los primeros tres o cuatro días es de color rojo intenso. La anestesia epidural es la que se practica en la mayoría de los casos. La estancia en la maternidad se hace más larga y dura de 5 a 7 días. La recuperación completa suele tardar varias semanas.

Cuánto tiempo hay que esperar para tener un bebé después de una cesárea

Es habitual aconsejar a la madre esperar, aproximadamente, un año antes de concebir otro bebé con el fin de que la cicatriz se cierre completamente. Pero también se dan casos en los que la mujer vuelve a quedar embarazada antes de este plazo de tiempo. Es preferible dejarse aconsejar por el médico.

El segundo bebé no nacerá forzosamente por cesárea. Fuera de indicaciones que necesiten la intervención de una cesárea, dar a luz a un segundo hijo no implica necesariamente el recurso sistemático a una nueva cesárea.

Se considera que el máximo número de cesáreas es de 3 o 4 debido a los riesgos asociados a la cicatriz.

Qué dice la OMS sobre la cesárea

La OMS recomienda no superar el 15 % de nacimientos por este método, aunque cada vez se practica más. Los riesgos de complicación, así como de mortalidad infantil y materna no han disminuido a pesar del aumento del número de cesáreas. La cifra es del 6 % en los Países Bajos, siendo la cifra de mortalidad inferior.

El aumento de las tasas de cesáreas se explica, en parte, por el desarrollo de la procreación médicamente asistida y la edad cada vez más avanzada de las futuras madres. Otros factores determinantes son el ahorro de los costos médicos para las instituciones públicas de salud, menor tiempo de espera para el nacimiento del bebé, pero para comodidad del personal médico no de la madre, ya que pueden programar los partos.

La OMS precisa que los países donde las tasas de mortalidad perinatal son las más bajas del mundo tienen una tasa de cesáreas inferior a 10 %. El aumento del número de cesáreas tiene pocas consecuencias en la reducción de la mortalidad y la morbilidad neonatal. Para numerosos expertos, no existe ninguna prueba de que una tasa elevada de cesáreas comporte una mejor salud de los bebés.

Estadísticas de la cesárea

El porcentaje de partos con cesárea sigue aumentando en América Latina y España. En 2017, la OMS alertó que Latinoamérica es donde se practica más la cesárea y México encabeza la lista con 46 % del total de los nacimientos, casi la mitad. Mientras que en España el 22 % de los partos son cesáreas en el sector público. En las clínicas privadas la situación es peor: las cesáreas superan el 30 %. Se achaca a un factor económico: la clínica puede cobrar más por una cesárea que por un parto por vía vaginal.

Las tasas de cesáreas varían considerablemente de un centro sanitario a otro. Dependen también del nivel de la maternidad. En un hospital con muchos medios puede haber más cesáreas precisamente porque a él se derivarán los partos más conflictivos. Las cesáreas se realizan más en las maternidades privadas que en las públicas y en las instituciones que no dispongan permanentemente de todos los recursos técnicos y humanos necesarios en caso de una urgencia. Pueden, en tal caso, por precaución, limitar los riesgos de complicaciones con el fin de evitar las complicaciones y las consecuencias médico legales.

Cicatrices de una cesárea

Entre las preocupaciones de muchas mujeres está la evolución de su cicatriz, ya que las cicatrices de las cesáreas suelen ser grandes y gruesas. A menudo, aparecen las llamadas cicatrices queloides, que son las cicatrices abultadas, con cierto relieve y de color rosáceo. Para evitarlas hay que preparar la piel antes hidratándola y nutriéndola lo suficiente para que la dermis sufra lo menos posible. La alimentación debe ser rica en proteínas y la hidratación correcta.

Cesárea programada

Las ventajas de una cesárea de conveniencia, fuera de las situaciones de riesgo para la madre y el bebé. Existe un importante número de cesáreas de conveniencia que se efectúan a las mujeres que no responden a las indicaciones exigidas para realizar dicho acto.

Para los médicos, fuera de toda situación médica que necesite imprescindiblemente una cesárea. Los partos realizados bajo anestesia general o bajo epidural son más cortos, de una duración media de una hora. Es mas cómodo para el médico que no tiene que levantarse por la noche y está mejor remunerado (en el caso de las clínicas privadas). La programación de la cesárea permite no planificar el parto en fin de semana, un día festivo o en vacaciones.

Si se toma en cuenta la opinión de la futura madre, se puede hacer en la fecha que desee, puede parir con el ginecólogo o el anestesista que la ha seguido a lo largo del embarazo, el parto es más corto y los riesgos de imprevistos son menos frecuentes. Asimismo, los dolores —el gran temor de las madres— son menos violentos y la mamá se consuela al pensar que su bebé sufrirá menos y que su periné estará indemne. También la lejanía de ciertas maternidades, situación frecuente desde el cierre de las pequeñas clínicas, inquieta a las futuras madres que temen dar a luz en malas condiciones.

Complicaciones de la cesárea

Como complicaciones de la cesárea podemos encontrar las típicas de cualquier postoperatorio, como las hemorragias, las infecciones de la herida, las trombosis, las embolias o la aparición de adherencias en la zona de la cicatriz. También pueden aparecer complicaciones a distancia como dificultades a la hora de volver a buscar un embarazo o, incluso, la esterilidad.

Las mujeres que dan a luz y desean una cesárea de conveniencia deben conocer los riesgos que conlleva una cesárea.

Para la madre, el riesgo de mortalidad después de una cesárea puede tener múltiples factores que varían de 2 a 10 en relación con el parto por vía vaginal. Cuanto más alta sea la tasa de cesáreas, más riesgos de complicación maternos graves existen, como las hemorragias. También las hemorragias tardías y las infecciones de la cicatriz son más importantes. En la madre también se encuentra un descenso de la fertilidad y la aparición de una cicatriz permanente en el útero que dificulte la llegada de otro hijo.

Una cesárea representa igualmente riegos para el bebé, como problemas respiratorios o el fallecimiento. Se ha observado un aumento en el número de las complicaciones y de muerte entre los bebés nacidos por cesárea.

¿Es necesaria la cesárea?

Es necesario evaluar la necesidad de realizar una cesárea de conveniencia y tener toda la información necesaria concerniente a los riesgos de esta intervención con el fin de tomar una decisión. Es importante informarse de la tasa de cesáreas del centro sanitario donde está previsto el parto. La OMS recomienda una tasa de cesáreas de alrededor del 15 %. Esta tasa varía igualmente en función del nivel de la maternidad.

Una mujer de edad comprendida entre 37 y 40 años, que da a luz a su primer hijo después de haber tenido dificultades para concebir (problemas de esterilidad, por ejemplo), aceptará más fácilmente el recurso a una cesárea. No hay que dudar en hablar de este problema con su médico o su comadrona.

Foto: © Olesia Bilkei – 123RF.com

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