La habitación del bebé

Ventilar regularmente la habitación del bebé, especialmente durante el invierno a fin de disminuir la proliferación de ácaros. No fumar en la habitación.

La temperatura no debe sobrepasar los 18 ó 19 grados. No utilizar aire acondicionado. Limitar la cantidad de peluches en la habitación para no aumentar los riesgos de desarrollar manifestaciones alérgicas provocadas por los ácaros.

Evitar los tapices colgados en la pared, verdaderos nidos de ácaros. Comprobar que no haya manchas de humedad. Ventilar la habitación cada día, tanto en invierno como en verano, como mínimo una hora al día. Evitar luces muy potentes.

Muebles

La seguridad de la habitación del bebé es una prioridad que hay que conocer antes de acondicionarla.

Elegir una cama con somier de láminas de madera o un colchón de látex. Utilizar protectores de tejidos para evitar que el bebé se haga daño.

No utilizar almohada. No poner la cuna cerca del radiador. Impedir que pueda tocar los cables de las lámparas o que tenga acceso a los enchufes.

Asegurar los enchufes y subir las lámparas para que no las alcance. Bloquear los cajones y las puertas con dispositivos.

La cama y la mesa para cambiar pañales deben cumplir ciertas normas de seguridad .

Cuna

La cuna debe ser estable. El colchón debe ser duro, lavable, de espuma o de muelles y, si es posible, nuevo. Las lacas y esmaltes no deben ser tóxicos. Las esquinas deben ser redondeadas.

La distancia entre los barrotes debe estar comprendida entre los 4,5 y los 6,5 cm. La distancia entre las láminas del somier debe ser inferior a 6cm. La altura interior debe ser al menos de 60 cm. Respetar las normas de seguridad en vigor: NF EN 176 (norma europea). La mesa para cambiar los pañales debe ser firme

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