El ataque de pánico (o crisis de ansiedad) se caracteriza por un miedo intenso y descontrolado en la persona que lo padece. Esta ansiedad está relacionada, en la mayoría de los casos, con el miedo a morir o a perder el control, a volverse loco, sin posibilidad de razonar mientras dura el ataque de pánico, que puede durar desde pocos minutos a varias horas. Puede ocurrir de repente en medio de la noche, por ejemplo, o ser provocado por factores como una multitud, un espacio cerrado, etc. Los signos físicos que aparecen son los de una persona aterrorizada : taquicardia, palidez, temblores. Los ataques de pánico requieren a la vez una medicación y una terapia psicológica.