La peste neumónica o peste pulmonar es la forma más rara de peste, lejos de la peste septicémica (un 15% de los casos) y de la peste bubónica (un 80% de los casos). La peste neumónica aparece cuando el bacilo de la peste (bacilo yersinia pestis) coloniza los pulmones del paciente. Puede tratarse de una peste neumónica primaria (el bacilo se inhala directamente, generalmente cuando hay un enfermo de peste bubónica cerca) o de una peste bubónica secundaria (el paciente desarrolla primero una peste bubónica y después el bacilo llega a los pulmones a través de la circulación sanguínea). Los principales síntomas de la peste neumónica son la fiebre, dificultad para respirar, dolores torácicos y tos con expectoración sanguinolenta. Sin un tratamiento rápido el paciente puede morir en unas cuantos días. El tratamiento es a base de antbióticos que se utilizan habitualmente en caso de peste: tetraciclinas, estreptomicina y cloranfenicol.