La calidad de los cuidados es un concepto que consiste en poner en marcha el máximo de elementos posibles para garantizar a los pacientes una calidad de seguimiento diagnóstico y terapéutico adaptado. Cuando la calidad de los cuidados es buena el paciente se beneficia de los mejores resultados posibles en función de su patología. La calidad de los cuidados es óptima si se respetan los criterios de presupuesto y cuando los riesgos de complicaciones o de las enfermedades que pueden derivarse de los cuidados de estos pacientes (patologías yatrógenicas) están limitadas al máximo.