Las encías que sangran no son un signo alarmante mientras que estos sangrados no sean recurrentes. Se trata de un fenómeno frecuente que suele aparecer cuando se cepillan los dientes o mordiendo un alimento un poco duro. La gingivitis es la principal causa de los sangrados. Se caracteriza por una inflamación de las encías secundaria a la acumulación de placa dental. Los sangrados también pueden ser provocados por una periodontitis, una infección del hueso y de las encías, o más raramente por una leucemia o un medicamento. Una buena higiene dental es la mejor medida de prevención.