Los primeros casos descritos de daños irreversibles en la cóclea tuvieron lugar tras el descubrimiento y uso de la estreptomicina. Diversos antibióticos, diuréticos, agentes anti-tumorales y los salicilatos pueden ser tóxicos para el oído (ototoxicidad).
Los aminoglucósidos son antibióticos de amplio espectro que se utilizan frente a bacterias Gram negativas. Los mas utilizados son la amikacina, gentamicina, tobramicina, kanamicina, neomicina y estreptomicina.
La ototoxicidad de los aminoglucósidos se manifiesta en forma de pérdidas auditivas en las frecuencias altas (8-12 kHz) que se propagan hacia frecuencias más bajas a medida que continúa el tratamiento. Cuando dejan de consumirse en los primeros episodios de pérdida auditiva generalmente se produce una mejoría parcial en la audición. Diversos factores potencian la ototoxicidad de los aminoglucósidos: la sensibilidad especial de la persona, los tratamientos que duran más de 10 días, la edad del paciente (son mas sensibles los niños y las personas mayores),
los tratamientos previos con antibióticos de la misma familia, si existe una pérdida auditiva previa y cuando se toman combinados con diuréticos.También la acción cuando se asocian a una exposición al ruido se potencia la ototoxicidad, incluso para niveles de ruido no excesivamente altos.
Se utilizan especialmente para tratar la disfunción renal, cardiaca, hipertensión, etcétera.
Los más ototóxicos son la furosemida, el ácido etacrínico y la bumetanida.
La administración de diuréticos pude provocar pérdida de audición y acúfenos. Sin embargo, estos efectos son temporales y desaparecen totalmente cuando se elimina el fármaco.
Por otro lado, los diuréticos potencian los efectos ototóxicos de los antibióticos aminoglucósidos y la furosemida, en concreto, potencia los efectos ototóxicos de ciertos metales pesados como el cadmio.
Una vez más, se deberá prestar especial atención a los sujetos expuestos al ruido y que estén bajo tratamiento de las citadas sustancias.
Los medicamentos que contienen salicilatos pueden provocar tinitus o acúfenos de forma temporal y reversible. Sus efectos desaparecen después de entre 24 y 72 horas tras la administración del medicamento.
El cisplatino es un medicamento que se utiliza en el tratamiento del cáncer. Las pérdidas auditivas comienzan en las frecuencias más altas, desplazándose posteriormente a frecuencias más bajas. La pérdida de audición que provocan es irreversible.