Ciertas mujeres presentan cistitis reincidentes que aparecen después de cada relación sexual (cistitis postcoital). En este caso la pareja sexual no es responsable de esta infección urinaria.
Durante una relación sexual la penetración del pene en la vagina puede causar una apertura momentánea del meato uretral que permite a las bacterias presentes en la entrada del orificio vaginal penetrar en la vejiga.
Un ECBU es recomendado durante la recincidencia y si la evolución del episodio es desfavorable.
Es necesario realizar una micción postcoital en las 2 horas siguientes al acto sexual, utilizar un tratamiento lubricante porque estas cistitis son a menudo favorecidas por una sequedad vaginal. Es también indispensable no olvidar las medidas higiénico-dietéticas como por ejemplo beber entre 1,5 y 2 litros de agua al día, usar ropas interiores naturales (algodón) , secarse bien de adelante para atrás y tener micciones regulares cada 2 o 3 horas. También evitar utilizar espermicidas locales que pueden favorecer estas cistitis postcoitales.
Ciertas preparaciones de arándano, en zumos o en forma de complementos alimentarios vendidos en farmacia, pueden mejorar estas cistitis reincidentes.
La realización de una profilaxis antibiótica debe efectuarse y debe ser objeto de una reevaluación regular. Un tratamiento de Trimetoprima y sulfametoxazol a razón de 1 cápsula/día como máximo) o fosfomicina-trometamol (1 cápsula/semana como máximo) puede ser prescrita durante varios meses en ciertas situaciones.