La avena es un alimento con múltiples beneficios. Sin embargo, para que ayude a perder peso se deben respetar algunas pautas alimenticias.
La avena es un cereal rico en vitamina E, B6 y B5, además de minerales como hierro, selenio, manganeso y cobre. Estas propiedades hacen de ella un alimento muy completo, saludable y energético
Una taza de avena cocida aporta 166 calorías, 4 g de fibra, un índice glucémico de 55 (puede variar según el tipo de avena), 6 g de proteína y 4 g de grasa.
La avena tiene un poder saciante gracias a su alto contenido en hidratos de carbono complejos, los cuales ayudan a disminuir el apetito y controlan los niveles de azúcar en sangre, de modo que es un cereal muy recomendable para las personas diabéticas.
Este cereal también facilita el tránsito intestinal en personas con estreñimiento gracias a su alto contenido en fibra soluble.
La avena es rica tanto en aminoácidos esenciales (en especial en metionina) como en grasas insaturadas omega-6, por lo que ayuda a controlar el colesterol LDL (colesterol malo). Estas propiedades benefician el sistema cardiovascular.
Asimismo, comer avena previene la aparición del cáncer ya que contiene lignanos y fitoestrógenos, dos sustancias que ayudan a disminuir los cánceres relacionados con las hormonas, como el cáncer de mama.
Por último, este cereal favorece la producción de tejidos nuevos gracias a su contenido en proteínas.
Para empezar, se aconseja tomar la avena por la mañana porque el organismo la metaboliza lenta y constantemente y para que la energía que produzca sea utilizada durante el día en lugar de transformarse en grasa y almacenarse.
En segundo lugar, hay que tomar la cantidad adecuada porque si se toma demasiada, el cuerpo no podrá utilizar toda esa energía y se convertirá en grasa. La porción recomendada para el desayuno o almuerzo es la correspondiente al tamaño de nuestro puño, aproximadamente media taza. Si se va a tomar con agua, lo ideal es un vaso.
Lo más importante es consumir la avena junto a otros alimentos. En efecto, el desayuno debe incluir alimentos que pertenezcan a los cuatro grupos alimenticios (carbohidratos buenos, proteínas, grasas buenas y vegetales). Esto quiere decir que cuando se toma un vaso de agua de avena antes del desayuno o se incluye entera en el primer plato del día, se está cubriendo la porción necesaria de carbohidratos diaria. Si además de la avena agregamos fruta, leche, yogur, pan, tostadas se estarán ingiriendo más carbohidratos de los necesarios. Por eso hay que complementar el desayuno o almuerzo con alimentos de los otros tres grupos, de forma que el cuerpo reciba todos los nutrientes que necesita para que el metabolismo trabaje mejor.
Tampoco debe tomarse avena entera en ayunas porque en ese momento lo que más necesita el organismo son nutrientes y no la fibra soluble de la avena. Los intestinos enviarán enzimas digestivas para tratar de digerir la fibra, solo que la fibra no puede ser digerida porque no es un nutriente.
Para aprovechar todos sus beneficios, este cereal debe tomarse en el momento adecuado, por la mañana o al medio día, incluso algunas horas más tarde. Sin embargo, si no haces ejercicio regular lo mejor es consumirla solo por la mañana. Si haces ejercicio podrás tomarla dos veces al día, por la mañana y a medio día. Si haces ejercicio por la noche puedes consumirla unos 30 minutos antes de tu sesión de ejercicio para obtener energía.
La avena debe ser lo más natural posible o integral (el grano contiene todas sus partes y la avena no ha sido refinada, endulzada ni protegida con conservadores).
La clave de la avena reside en saber cómo prepararla. La cáscara de la avena en su estado natural contiene bloqueadores de enzimas y antinutrientes que si no son retirados no generarán enzimas digestivas por lo que no se regulará la digestión y los nutrientes no serán asimilados de forma adecuada por el organismo.
Un último consejo, la avena, mejor tomarla fría porque de esta forma el cuerpo necesitará calentarla a la temperatura corporal y para lograrlo deberá quemar muchas calorías.
La avena hace engordar cuando no se respetan las pautas del punto anterior.
Si la tomas en los últimos momentos del día, la energía producida gracias a sus carbohidratos no podrá ser utilizada y se almacenará como grasa.
Cuando consumes dos o más porciones de avena equivaldrá a comer dos porciones de pan o galletas.
Otro error frecuente es el de no equilibrar su consumo con el de otros grupos alimenticios. Conviene recordar que si el cuerpo no recibe nutrientes de los cuatro grupos alimenticios entrará en desequilibrio y las funciones metabólicas se verán afectadas.
Si tomas la avena entera rica en fibra en ayunas, el aparato digestivo al tratar de digerirla provocará inflamación abdominal e incluso gases.
Asimismo, consumir avena procesada tipo Quaker (endulzada, con conservadores y colorantes), desde un punto de vista nutritivo, será igual que comer galletas de chocolate.
Si no preparas correctamente la avena, no lograrás retirar los bloqueadores de enzimas y antinutrientes. Es importante limpiar este cereal y hervirlo para que el cuerpo asimile los nutrientes y regule el proceso de digestión.
La avena puede hacer engordar o no en función del metabolismo y la actividad física que realice la persona que la consuma.
Muchas personas que desean perder peso incorporan este cereal a su dieta alimenticia porque sacia, libera de forma lenta los hidratos de carbono y favorece el tránsito intestinal.
Para que la avena contribuya a la pérdida de peso se recomienda combinarla con ejercicio físico.
Además, para que no provoque el efecto contrario al esperado, la avena debe tomarse sola, sin añadir nada, salvo un yogur o leche desnatada.
Aunque la dieta de la avena ha sido ampliamente difundida como una excelente forma para adelgazar, existen diferentes opiniones respecto a ella.
La dieta de la avena consiste en comer avena todo el día durante siete días y después ir incorporando progresivamente otros alimentos.
Si bien es cierto que ayuda a bajar de peso, consumir avena únicamente puede poner en peligro la salud puesto que no cubre las necesidades energéticas diarias del organismo y causa desgaste. El peso que se pierde comiendo solo avena, se recupera cuando se vuelve a comer normalmente.
No obstante si quieres adelgazar y cambiar tu estilo de vida, puedes realizar esta dieta, pero solo durante cinco días.
Para desayunar toma media taza de harina de avena. Agrega media taza de leche descremada, media cucharadita de canela y una cucharada de pasas. En el almuerzo come media taza de yogur bajo en grasas y un plátano, además de media taza de harina de avena. Para cenar toma
ensalada y 100 g de pechuga de pollo a la plancha con media taza de avena.
Puedes complementar las comidas con snacks saludables durante todo el día, como los arándanos o las verduras crudas.
La avena Quaker contiene seis cucharadas de azúcar por porción y representa el 70 % del aporte diario de azúcar recomendado para un adulto. También contiene harinas refinadas, colorantes artificiales derivados del petróleo, conservadores, etc.
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