Es un sangrado más leve que el sangrado menstrual, que aparece durante el primer trimestre del embarazo. La sangre suele ser de color rosado o rojo con tonos marrones y su textura es más ligera y menos espesa que la sangre característica de la menstruación.
En ocasiones tiene un color rojo brillante aunque no es frecuente. No tiene coágulos. Siempre que exista un sangrado durante el embarazo se debe acudir al ginecólogo para descartar otras posibles causas.
Habitualmente aparece 12 días después de la ovulación, justo en el momento en el que debería aparecer la menstruación.
Aproximadamente un tercio de las mujeres embarazadas presentarán un ligero manchado o sangrado durante la implantación. Este sangrado puede aparecer en un solo embarazo, en dos, o en todos los embarazos. A veces la hemorragia de implantación es tan escasa que pasa desapercibida.
El sangrado por implantación es mucho más leve que el de la regla (una regla pequeña). La aparición de un sangrado de estas características, unido a otros síntomas de embarazo, pueden hacer sospechar un embarazo. El momento en el que aparece: el sangrado por implantación ocurre unos cuantos días antes de cuando debe llegar la menstruación. No sigue el patrón de una menstruación normal: primero ligero- luego abundante- al final más ligero.
La duración del sangrado varía de una mujer a otra. Suele durar entre 1 y 3 días, no más de 5 días. De todas maneras ante cualquier sangrado vaginal anormal o durante el embarazo se debe acudir al ginecólogo para descartar otros problemas.
Con frecuencia el sangrado de implantación suele estar acompañado de un ligero dolor de tipo cólico o inflamación del vientre.
Un problema en la menstruación, cambios en los anticonceptivos orales, infecciones vaginales. Las lesiones durante las relaciones sexuales también pueden causar un sangrado ligero.
Síntomas de embarazo: sangrado por implantación en el primer trimestre.
Sangrado por implantación.