La arteritis es una inflamación de las paredes de las arterias. Este fenómeno ocurre principalmente a nivel de la arteria temporal (enfermedad de Horton) y a nivel de la arteria retiniana (que irriga el ojo). A nivel de las extremidades inferiores (arteritis obliterante de los miembros inferiores o PAD) el mecanismo es diferente: PAD es más a menudo relacionada con la deposición de grasa (aterosclerosis) y no a una inflamación propiamente dicha.
La arteritis se manifiesta de forma diferente en función de la región a la que afecte.
En la arteria temporal y la arteria retiniana, la arteritis provoca:
A nivel de los miembros inferiores, la arteritis se manifiesta por:
El diagnóstico se realiza cuando el médico encuentra los síntomas que acabamos de mencionar asociado con una disminución en la percepción del pulso (a nivel de la arteria afectada, temporales o femorales a nivel de las extremidades inferiores). Otras pruebas adicionales confirman el diagnóstico: Doppler (para visualizar la fluctuación de la sangre a nivel de las arterias) o arteriografía, (radiografía para visualizar el sistema arterial gracias a la inyección de un producto radiopaco).
El tratamiento de la arteritis de la temporal o enfermedad de Horton son los llamados corticosteroides.
El tratamiento de la aterosclerosis consiste en suprimir o controlar los factores de riesgo de esta patología (colesterol, tabaco, combatir el exceso de peso, controlar la hipertensión y la diabetes). Además, se pide al paciente que camine cada día. También pueden ser prescritos medicamentos para prevenir la formación de coágulos de sangre (fluidificantes) y dilatadores para las arterias (vasodilatadores). En algunos casos se realiza un procedimiento quirúrgico para dilatar los vasos sanguíneos utilizando un pequeño globo. Existen también otros métodos quirúrgicos como la desobstrucción de la arteria o la construcción de un puente o derivación para rodear la parte obstruída de la arteria.
La prevención de la arteritis requiere el cumplimiento de ciertas reglas: