La fatiga después de una anestesia general es muy frecuente. Puede aparecer en casi un tercio de los pacientes anestesiados.
El cansancio que aparece después de una anestesia general puede durar desde unos días hasta algunos meses. Es secundaria a la alteración del ritmo biológico y a los efectos sedantes causados por los medicamentos utilizados para la anestesia. Esto puede causar una recuperación tardía de las actividades personales y profesionales, así como un aumento en el número de accidentes.
La fatiga es uno de los principales síntomas que se constatan después de una anestesia general. Se acompaña de trastornos del sueño y somnolencia durante el día. Estos trastornos se sienten incluso en caso de una anestesia de corta duración, haya habido o no una intervención quirúrgica.
Es importante encontrar el origen de la fatiga, ya que puede deberse a una enfermedad. En un buen interrogatorio médico se puede detectar si una anestesia general previa es la responsable. En un segundo tiempo se pueden prescribir un análisis de sangre para eliminar cualquier otra causa.
Se pueden prescribir estimulantes y vitaminas, aunque es muy importante el descanso. En función de la operación quirúrgica sufrida, se recomienda una baja laboral más o menos prolongada.
Para prevenir el cansancio después de una anestesia general, utilizamos cada vez más a menudo anestésicos de eliminación rápida. Así, despertar después de la cirugía sucede en un lapso de tiempo relativamente corto. De esta forma, el reloj interno no sufre diferencias importantes.
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