Un acto fallido es una manifestación de una voluntad del inconsciente, por ejemplo, no despertarse el día de un exámen, enviar un correo electrónico al destinatario equivocado, tener un lapsus... A veces también se puede definir por una acción que parece ilógica, pero que está en relación con un determinado deseo del subconsciente. Para los psicoanalistas, es la expresión de un deseo reprimido que emerge a través de la conducta. El acto fallido, por lo tanto, refleja un conflicto interno imposible de manifestar de manera consciente pero que el individuo recuerda muy bien.