Un síntoma psicosomático es aquel que está totalmente o en parte influenciado por factores psicológicos, ya sea en su aparición o en su evolución. En otras palabras, a veces una depresión, un shock psicológico, un estado de estrés o de ansiedad entre otras condiciones, tienen un impacto sobre el cuerpo y provocan signos físicos o su acentuación.
Entre las enfermedades psicosomáticas encontramos el síndrome del intestino irritable o colopatía funcional, la hipertensión arterial y algunos tipos de alergias.
Hay que distinguir entre los síntomas psicosomáticos y la somatización, que es la conversión de un trastorno mental en un trastorno somático del cuerpo: los síntomas físicos más frecuentes observados en este caso son los síntomas digestivos, el dolor abdominal, las náuseas o incluso dolores en las articulaciones o en los músculos y la fatiga. En caso de somatización hablamos también de trastorno de conversión en el que ninguna causa ha podido ser hallada.