Los grupos sanguíneos definen las categorías de individuos dependiendo de la variedad de antígenos y anticuerpos que están presentes en la sangre. Se clasifican de acuerdo con un sistema principal ABO, por la presencia o ausencia de estas proteínas. Hay tres tipos de antígenos: el A, el B y el AB. El A tiene sólo el antígeno A en la superficie de los glóbulos rojos de la sangre (y los anticuerpos anti-B). El B tiene sólo la B (y los anticuerpos anti-A). El AB tiene los dos tipos de antígenos (pero sin ningún anticuerpo). El grupo O se caracteriza por la ausencia de estos dos tipos de antígenos (pero con presencia de los dos tipos de anticuerpos).
Se añade otra categoría: el Rhesus o RH+ o RH -. Este factor depende de la presencia o de la ausencia de otro antígeno; añadimos + en caso de presencia de esta proteína al pie de la letra del grupo sanguíneo, - en caso de ausencia. Otros subtipos se describen también, pero menos frecuentes.
La importancia de conocer el grupo sanguíneo viene dada por la necesidad de una transfusión de sangre. La sangre recibida no puede ser la misma para los diferentes tipos de grupos sanguíneos. No se deben poner en contacto con los anticuerpos y los antígenos del mismo tipo ya que eso puede conducir a una coagulación de la sangre.
Las personas del grupo O - son "donantes universales", pero sólo pueden recibir sangre del mismo grupo.
Las personas del grupo AB + son receptores universales y sólo pueden donar sangre a las personas del grupo AB +.