Me gusta mucho la ropa de mujer y soy hombre

jorgecarlos92 Mensajes enviados 1 Fecha de inscripción martes, 10 de agosto de 2021 Estatus Miembro Última intervención martes, 10 de agosto de 2021 - 10 ago 2021 a las 11:08
 And126 - 13 ago 2021 a las 10:23
Hola, mi nombre es Jorge Carlos y quiero saber que me está ocurriendo ya que me gusta mucho la ropa de mujer (no solamente la interior), cuando tenía alrededor de 18 años empecé a comprar ropa de mujer en un principio fue lencería y poco a poco he comprado faldas, vestidos, pelucas, etc, (nunca me he maquillado), no me visto diario de mujer solo es en ocasiones ya que me excita hacerlo y solo es para erotizarme.
Me gustan mucho las mujeres, cuando empecé a hacerlo compraba prendas que utilizaban mujeres que me gustaban mucho y ahora veo alguna prenda y digo esa le quedaría bien a Katherine que es mi parte femenina, cabe destacar que para mí es muy importante la masculinidad y en mi vida diaria siempre trato de lucir lo más viril posible, no sé si solamente me agrade la ropa porque bien me puede encantar un traje (de hombre) que un vestido solo quisiera saber que me ocurre, en cuanto a mi orientación sexual y que puedo hacer para platicarle esto a mi pareja (una mujer) y que no lo tome a mal.

1 respuesta

Me sucede lo mismo, siempre noté cierta afición por las minifaldas y vestidos cortos. En mi caso ya me las he probado y puedo decir que esa ropa se siente bastante excitante, nunca he tenido un vestido, solo faldas pequeñas de mezclilla super ajustadas y también esas de cuadros tipo colegiala.
Admiro a las mujeres y al mismo tiempo desearía llevar lo que traen puesto, es adictivo sentir esas prendas mientras las llevas puestas.
Una vez conseguí una faldita negra, tal vez era de una mesera la compré por internet y estaba súper pequeña, solo imaginaba a la persona que la usaba y que podía llevar puesto debajo. Era una tela fresca, ajustada pero muy cómoda, solo recuerdo que venía con una nota de la vendedora que preguntaba que planes tenía con una faldita tan pequeña y la verdad es que me perdía por horas de excitación en las que terminaba viniéndome en la lencería.


Hasta que un día mi madre la encontró en casa y la tiró. La verdad no he encontrado nada parecido desde entonces pero sigo comprando faldas y calzones.