Los ciclos irregulares son comunes y pueden tener varias causas, como el estrés, los cambios hormonales, enfermedades subyacentes o problemas en el útero o los ovarios. Algunas de estas causas pueden ser benignas y fáciles de tratar, pero otras pueden ser más graves y requerir atención médica especializada.
Los anticonceptivos orales combinados son medicamentos que contienen hormonas (estrógeno y progestina) que inhiben la ovulación y regulan los niveles hormonales en el cuerpo. Estos medicamentos son muy efectivos para controlar el sangrado menstrual y reducir los síntomas asociados a los ciclos irregulares, como el dolor, la hinchazón o el acné. Sin embargo, estos efectos solo se mantienen mientras se toman los anticonceptivos, ya que al dejarlos el cuerpo vuelve a su estado natural y puede recuperar su patrón menstrual anterior.
Por lo tanto, la propuesta de tu ginecóloga de tomar anticonceptivos por 6 meses es para aliviar tus molestias y regularizar tus ciclos temporalmente, pero no para solucionar el problema de fondo. Es posible que después de ese tiempo tus ciclos se vuelvan a desajustar o que se mantengan regulares por un tiempo y luego cambien de nuevo. Esto dependerá de la causa original de tu irregularidad y de cómo reaccione tu cuerpo a los cambios hormonales.