El intercambio de parejas y las nuevas formas de relaciones sexuales que se salen de lo tradicional atraen más adeptos cada año. El desarrollo de internet ha facilitado este entusiasmo. ¿Es mejor frecuentar un club de swingers que engañar a la pareja? Es un amplio debate.
El intercambio de parejas se define por la práctica de relaciones sexuales entre adultos que consienten un intercambio de pareja con el fin de compartir nuevas experiencias. Un club de intercambio de parejas es un lugar donde las parejas pueden practicar sexo con diferentes personas que lo consienten. Puede tratarse de clubs privados o fiestas organizadas.
En estos clubs de intercambio de parejas existen diferentes posibilidades para mentes abiertas y curiosas que quieran experimentar. Siempre que los dos miembros de la pareja quieran dar el paso, por supuesto. Es imprescindible hablarlo y pactar hasta dónde se quiere llegar. Sobre todo, ser realista y tener claros los límites de cada uno.
Hay diferentes opciones para todos los gustos: puede que solo uno de los dos tenga sexo con otras personas porque así lo han pactado, puede que el juego se limite a personas del mismo sexo o que uno mantenga relaciones mientras el otro solo observa. En estos clubs nadie te obliga a hacer nada que no quieras y siempre es importante saber de antemano lo que cada uno está dispuesto a probar.
En muchos clubs se encuentra primero un bar o discoteca donde las parejas inician conversaciones y deciden si entran a espacios en los que se despojan de la ropa. Generalmente, en este tipo de establecimientos solo está permitida la entrada a parejas o chicas y los hombres solos están en otro lugar y únicamente pueden entrar a petición de la pareja. Ahí es donde entra el juego del glory hole, que es un agujero donde los chicos pueden introducir su sexo para que las parejas jueguen con él y decidan si los invitan a pasar.
En cada club existen normas y espacios diferentes. Por lo general, el encargado explica a los recién llegados la dinámica del club. Si el club es grande suelen haber diferentes salas: en algunas se puede ir vestido, en otras desnudo, otras están dispuestas para parejas bisexuales, etc. También puede haber una zona de duchas o sauna y en los más lujosos piscinas y terrazas. Es importante saber qué es lo que se puede hacer en cada uno de los espacios.
En algunos lugares existen cuartos oscuros, en los que no se ve y todo pasa a través del resto de los sentidos. En las camas redondas los cuerpos se convierten en una amalgama, pero esto no significa que las personas que estén tengan que aceptar cualquier relación. No todo vale. Hay un gesto que se emplea para rechazar de forma sutil a alguien. Se trata de hacer simplemente una señal con la mano de que pare (palma abierta, mirando al suelo), de forma elegante (no hace falta ser enfático) y la otra persona captará el mensaje.
También suele aceptarse el voyerismo y el exhibicionismo, ya que algunas personas no acuden para tener sexo con otras, a veces les gusta solo mirar o ser mirados. En algunos también se pueden encontrar programaciones especiales como noches de tríos, veladas para fetichistas de los zapatos de tacón o el BDSM. No todo el mundo swinger tiene que ver con el sadomasoquismo. En algunos locales hay mazmorras y otros espacios habilitados para estas prácticas o se organizan fiestas concretas para dar rienda suelta a este tipo de fantasías.
Una relación de pareja es un acuerdo entre dos personas que deciden acompañarse en un plano personal, íntimo, apegado a valores y objetivos comunes. Si la práctica del intercambio de pareja entra en lo que ambos miembros de la pareja consideran aceptable, no representa nada negativo sino una vivencia o conjunto de vivencias qué sumar a la relación.
Ciertas personas sienten la necesidad de mantener una vida sexual activa con diferentes personas sin que esto implique romper su relación de pareja. Si se da el caso de una unión cuyos integrantes piensen y sientan de la misma manera, el intercambio puede convertirse en una práctica más dentro del universo sexual de la pareja en cuestión y ser perfectamente saludable.
Las parejas que van intentan romper la rutina y la monotonía, probar otras experiencias, poner a prueba su resistencia, complacer a sus respectivas parejas, etc. Es importante que las dos personas de la pareja estén de acuerdo con probar esta experiencia. La gran mayoría de las parejas lleva una vida normal, convencional y banal fuera de sus fiestas de intercambio de pareja.
También puede haber una cierta dosis de voyerismo: una cantidad importante de personas van a estos sitios para observar a otras parejas, hacerse ver, relajarse, bailar, a veces sin practicar relaciones sexuales.
Es necesario ser cuidadoso cuando uno frecuenta un club de intercambio de parejas respecto al tema de enfermedades de transmisión sexual y la propagación del VIH. Los preservativos se distribuyen, en general, de forma gratuita. Es importante protegerse y respetar todos los consejos para evitar el contagio de VIH u otras infecciones.
Las parejas que practican el intercambio de parejas deben estar seguras de su fortaleza y solidez, ya que a veces ocurre que estas experiencias traumatizan a uno de los dos que no soporta presenciar las relaciones sexuales de su cónyuge con otras personas y esto termina en una separación.
Las relaciones sexuales no son obligatorias durante el transcurso de una fiesta de intercambio de parejas. Siempre debes ser dueño de tus propios actos y recuerda que siempre tienes la posibilidad de rechazar el mantener relaciones sexuales.
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