El asma infantil es la enfermedad crónica más frecuente en los niños.
Un niño asmático que no toma un tratamiento adaptado tendrá molestias en su vida diaria, estará limitado en sus actividades deportivas y corre el riesgo de ausentarse en la escuela. Es la primera causa de absentismo escolar.
Un niño asmático nace cada diez minutos. Uno de cada dos niños asmáticos presenta sus primeras molestias respiratorias antes de la edad de dos años. Los pulmones de los niños están en pleno desarrollo. Cada vez aparece de manera más precoz: un niño que padece más de 3 bronquiolitis antes de los dos años puede considerarse como asmático.
Las manifestaciones del asma infantil son las mismas que en el adulto, pero aún son más difíciles de diagnosticar, ya que el niño tiene más dificultades para describir sus molestias.
Llevar a cabo el diagnóstico lo antes posible con el fin de adaptar el tratamiento. No hace falta esperar meses, incluso años, antes de empezar un tratamiento.
Los padres bien informados se sentirán más seguros si saben qué actitud deben adoptar y qué acciones deben llevar a cabo si su hijo sufre una crisis de asma y si pueden comprender mejor al médico que trata a su hijo.
Darle sus medicamentos broncodilatadores que puede volver a tomar tras varios minutos si la crisis no ha cesado. Tranquilizarle, quedarse a su lado, relajarlo y llevarlo a un lugar tranquilo. En caso de urgencia, llamar al 112, si es desde un teléfono móvil, en caso de agravamiento de las manifestaciones de los síntomas de alarma.
Un niño con un buen seguimiento puede practicar todas las actividades deportivas respetando un cierto número de reglas.
Se autoriza que los niños que tienen asma tomen sus medicamentos si tienen molestias a lo largo de su actividad escolar.
Se aconseja a los padres conocer al equipo docente al inicio del curso escolar para tener contacto con ellos, tranquilizarlos y enseñarles los medicamentos que toma el niño. Incluso si estas recomendaciones se llevan a cabo en el marco del Plan de Cuidados Individualizados, es preferible desplazarse para asegurarse.
Los profesores también necesitan que deben hacer en caso de crisis de asma de un niño.
Un niño que sufre más de 2 ó 3 bronquiolitis antes de la edad de 2 años debe recibir un seguimiento equivalente al de un niño asmático, sobre todo si existe un terreno familiar alérgico.
Es necesario llevar a cabo un chequeo con el objetivo de encontrar un asma en un niño que tosa frecuentemente (por la noche o cuando hace esfuerzos) o cuando presentan numerosas bronquitis.
Un bebé asmático es un bebé que ha presentado 3 episodios de silbidos antes de la edad de 2 años. El tratamiento del asma del bebé es idéntico al del asma infantil. Este asma desaparecerá algunos años más tarde en la mayoría de los bebés. Pero en algunos de ellos, el asma evolucionará hacia un asma infantil.
Por tanto, es indispensable tratar las primeras manifestaciones respiratorias de un niño con el objetivo de evitar su evolución hacia un asma en la edad adulta.