La bronquiolitis define una inflamación de los bronquiolos, las últimas ramificaciones de los bronquios de pequeño calibre. Si hablamos a menudo de " bronquiolitis infantil "se debe a que esta enfermedad se presenta casi exclusivamente en niños pequeños menores de 2 años. La bronquiolitis aparece principalmente durante el otoño y el invierno y es causada por un virus, la mayoría de las veces el VRS (virus respiratorio sincitial). Esta enfermedad es contagiosa y se transmite a través de las vías respiratorias o de las manos, lo que explica las epidemias en la guardería infantiles. La evolución es favorable espontáneamente en pocos días, pero algunas formas pueden requerir asistencia hospitalaria. Esta patología suele recidivar: si se repite más de tres veces ya hablamos de asma en los niños.
Los síntomas de la bronquiolitis son:
Para diagnosticar la bronquiolitis infantil el médico ausculta los pulmones del niño. La escucha de ciertos ruidos particulares y la observación de la manera en la que el niño respira bastarán para establecer el diagnóstico. A veces se puede practicar una radiografía de tórax y se puede iniciar la búsqueda del virus que lo ha causado, pero no es de gran interés.
Las medidas de soporte dependerán del estado general del niño, de su edad y de las condiciones de vida de éste. Si el bebé es muy pequeño o si se determina que su condición puede empeorar, se puede indicar una hospitalización. Si no el tratamiento se puede iniciar con el médico y continuarlo en casa. Se debe destapar la nariz con frecuencia para mejorar la capacidad respiratoria, a veces es interesante el apoyo de un fisioterapeuta para ayudar al niño a eliminar las secreciones. En el hospital puede ser necesario administrarle oxígeno y un estrecho seguimiento. Las comidas deben ser fraccionadas y el respaldo de la cama del niño debe ser ligeramente levantado con un cojín debajo del colchón.
Para minimizar el riesgo de bronquiolitis infantil las medidas de higiene son esenciales, especialmente durante los períodos epidémicos; se deben lavar las manos y mantenerse alejado de las personas enfermas. En algunos niños en los que la bronquiolitis puede ser muy grave, se puede dar una vacuna inyectable mensual durante las temporadas de otoño e invierno: sobre todo está indicada en los bebés prematuros y en aquellos en los que existe una anomalía pulmonar.