Una hemorragia meníngea (o hemorragia subaracnoidea) se debe a la irrupción de sangre en las meninges provocada por la ruptura de una arteria o de un aneurisma. Representa entre el 1 y el 5% de los accidentes vasculares cerebrales (AVC) y esta proporción se eleva al 50% en los individuos menores de 35 años. La hemorragia meníngea se caracteriza por violentos dolores de cabeza (cefaleas), vómitos y pérdida de conocimiento lenta o rápida que puede conducir al coma o, incluso, a la muerte.