Cualquier lesión que aparece en el pie de un paciente diabético (debido a un rasguño, una uña encarnada, etc) representa un riesgo ya que es probable que no se cicatrice correctamente y con el correr del tiempo pueda desarrollarse una gangrena.
Las lesiones del pie diabético se clasifican según el grado de afección que representan.
Úlceras superficiales sin compromiso de los tejidos profundos.
Las heridas llegan hasta los tendones, la cápsula articular y los huesos.
Presencia de abceso, osteomielitis, osteoartritis y tendinitis.
Inicio de la gangrena o gangrena localizada (sólo en una parte del pie).
Gangrena extendida (en todo el pie).
Cada 30 segundos, una persona diabética es sometida a una amputación en el mundo. Aproximadamente el 70% de las amputaciones en general se deben a una complicación de la diabetes. En la gran mayoría de los casos, la necesidad de amputar va precedida por la aparición de una úlcera en el pie.
Es necesario controlar las posibles complicaciones que pueden presentarse en los pies de una persona diabética. Se recomiendan seguir las siguientes medidas de prevención: mantener las uñas cortas, utilizar el calzado adecuado, no caminar sin zapatos, y contar con la ayuda de los familiares (en caso de que el paciente sufra problemas de visión o no pueda movilizarse). También es aconsejable realizar inspecciones diarias del pie para detectar lesiones en los talones, micosis o heridas que puedan pasar desapercibidas. Es necesario visitar al podólogo regularmente.
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