Se estima que el 80-90% de las personas tendrá dolor de espalda en algún momento de su vida. Un gran porcentaje de ese dolor está ocasionado por la hernia discal, trastorno que causa 9 de cada 10 problemas de espalda. En España se llevan a cabo más de 20.000 intervenciones cada año. Tiene una alta incidencia, un gran impacto socioeconómico, y sobre todo, repercusión en la calidad de vida del paciente.
En adolescentes y jóvenes la hernia discal suele estar causada por un traumatismo, por un accidente o por la práctica de deporte, como esquiar, jugar al fútbol o al baloncesto. En el adulto la causa suele ser un problema degenerativo. Con el paso de los años la columna se degenera porque el disco pierde agua y se va deteriorando y saliendo de su sitio: esto es la hernia discal.
La aparición de hernias discales en jóvenes conlleva una serie de consecuencias en la edad adulta. El impacto asistencial de esta enfermedad es clave para optimizar el abordaje con los mejores recursos humanos y técnicos. Merece la pena destacar que los dolores lumbares son la primera causa de enfermedad crónica, la segunda de consulta médica, la tercera de intervención quirúrgica y la cuarta de hospitalización. Además, entre el 7% y el 15% de la población pierde de media un día de trabajo al año por esta causa.
El tratamiento conservador de la hernia discal es efectivo en muchas ocasiones pero depende de muchos factores como la edad y el sexo del paciente, la existencia de otras enfermedades como diabetes, hipertensión, obesidad,...el tipo de hernia, el tiempo de evolución o del tipo de actividad laboral que realiza. Un 20% de las hernias se reabsorben, bien porque el fragmento no ha migrado y puede volver a su lugar, o bien porque sí lo ha hecho pero ha sido absorbido por los mecanismos naturales del organismo. Pero hay un 80% de hernias que no desaparecen solas.
En la actualidad, existen múltiples opciones terapéuticas para estos pacientes, aunque no en todos los casos la solución pasa por el quirófano. Como primera medida, se indica rehabilitación y tratamiento farmacológico. Cuando el dolor se hace agudo y no remite tras seguir un régimen de reposo, la cirugía se plantea como la mejor opción. Dentro del abanico de posibilidades, la microcirugía es la técnica más efectiva en el tratamiento de las hernias discales, ya que puede aplicarse para corregir todo tipo de hernias y tiene un resultado del 97% de éxitos.
Ante esta situación, pese a corrientes científicas actuales que plantean dudas sobre si se debe operar la hernia discal lumbar, el tratamiento quirúrgico ha demostrado muy buenos resultados en estos pacientes en los que desaparece por completo el dolor. Pero además, la cirugía permite recuperar la actividad social y laboral anterior a la enfermedad frente a los enfermos que optan por no operarse.