Son productos preparados mediante métodos que aseguran su esterilidad, lo cual evita tanto la introducción de contaminantes como el crecimiento de microorganismos en el interior del envase. Por ello es conveniente respetar de forma muy estricta las normas de conservación y caducidad establecidas por el fabricante.
Su periodo de caducidad una vez abiertos es de un mes. Cada gota de colirio representa de 25 a 50 microl. Dependiendo del parpadeo, el volumen que puede retener el ojo es de unos 10 microl. Por lo tanto, la instilación de dosis de más de una gota en cada ojo es de dudosa eficacia. De hecho, cuando se prescribe más de una gota, es cuando se quiere asegurar una correcta administración (alteración de la destreza motora, ancianos, discapacitados, etc.).
Cuando se prescriben diferentes colirios a la vez, la administración de cada uno de ellos debe realizarse al menos con un intervalo de 5 minutos.
Para administrar medicamentos por vía oftálmica se deben de seguir los siguientes pasos:
Con la mano dominante descansando sobre la frente sostener el cuentagotas o el frasco con el medicamento 1-2 cm. por encima del saco conjuntival. Al tener la mano apoyada y el recipiente a esa distancia, se previenen tanto los traumatismos como las infecciones. Hay que instilar el medicamento en el centro del fondo del saco conjuntival.
Con una gasa apretar firmemente sobre el conducto lacrimal durante 1-2 minutos: así se previene el rebosamiento hacia las vías nasales y la faringe y la absorción a la circulación sistémica.
Desechar la primera porción de la pomada. Con la mano dominante aplicar una tira fina y uniforme de pomada en el saco conjuntival, yendo desde el canto interno al canto externo del ojo. Mantener una distancia de 1-2 cm. entre el tubo y el saco conjuntival, con el fin de evitar los traumatismos y las infecciones. Si en algún momento se toca el ojo con el aplicador del medicamento, hay que considerarlo contaminado y desecharlo.
Al llegar al canto externo, girar levemente el tubo en sentido contrario: así se facilita el desprendimiento de la pomada. Después se deben cerrar los párpados con suavidad, sin apretarlos, y así el medicamento se distribuirá uniformemente por el ojo.
Si se rebosa medicamento, límpiarlo con una gasa yendo siempre desde el canto interno al canto externo del ojo.
Después cerrar el recipiente que contiene el medicamento.