Las judías verdes poseen la interesante particularidad de ser a la vez ricas en fibras alimentarias solubles e insolubles. Son capaces de reducir los riesgos de presentar más tarde una patología cardiaca y permiten regular la glicemia, lo que es particularmente benéfico a los diabéticos (de tipo 2).
Además, las fibras que contienen las judías verdes limitan el riesgo de desarrollar un cáncer colorrectal. Finalmente, permiten saciarse más rápidamente lo que evita aumentar de peso.