Clomid es prescrito en las mujeres estériles para provocar la ovulación. Es también utilizado para diagnosticar y tratar ciertas amenorreas (ausencia de reglas).
Clomid es indicado en las mujeres que sufren de esterilidad por anovulación o disovulación. También es administrado para fines de diagnóstico y terapéuticos en las mujeres afectadas de amenorreas secundarias a una anomalía a nivel de la hipófisis o una contracepción oral.
Clomid viene en presentación de cápsulas y se toma por vía oral. Para tratar la esterilidad, se recomienda una cápsula de 50 mg al día durante los primeros 5 días. La dosis será aumentada a 100 mg al día durante los siguientes 5 días, excepto en caso de ovulación. Si la toma de Clomid pretende diagnosticar insuficiencias gonadótropas, se recomienda 100 mg (2 cápsulas) al día durante 5 días.
Clomid es contraindicado en las mujeres que presentan quistes orgánicos a nivel de los ovarios, tumor de origen hormonal, hemorragias ginecológicas o trastornos de la vista. No es necesario administrar Clomid a las mujeres afectadas por una enfermedad hepática severa ni a las que son hipersensibles al clomifeno o a otra sustancia que entra en su composición.
Clomid es susceptible de provocar efectos secundarios, particularmente hipermenorrea (hemorragias fuera de las reglas), un aumento del riesgo de embarazo múltiple, trastornos visuales, afecciones cutáneas (urticaria), un desequilibrio hormonal, dolores de cabeza, vértigos, trastornos gastrointestinales (náuseas, vómitos, hinchazones de vientre) y trastornos del sueño (insomnio).
Antes de prescribir un tratamiento por Clomid, el médico debe asegurarse que el paciente no está embarazada. También debe estar seguro que la esterilidad no es debida a una insuficiencia ovárica primitiva o a una anomalía al nivel del hipotálamo y de la hipófisis.