La mastectomía (extirpación de un seno, generalmente debido a un cáncer de mama ) es un problema al cual se hallan expuestas muchas mujeres. Constituye no sólo un problema de carácter biológico sino también un drama desde el punto de vista emocional y social.
La mastectomía conlleva una situación de "fragilización psicológica", que aparece en la mayoría de las personas afectadas por el cáncer, pero que se agrava aún más en el caso de la mujer que padece de un cáncer de la mama. Para la mayoría de ellas significa, además, una mutilación de su imagen corporal.
Por ellos nos encontramos con una doble situación de crisis: la exposición a la intervención quirúrgica, con los peligros que conlleva, y la mutilación de un órgano, el seno, que compromete los valores existenciales de la mujer debido a las "cargas simbólicas" que, en la mayoría de las culturas, se hallan depositadas en el pecho femenino.
Según datos de 2004 cada año se diagnostican en el mundo 1.150.000 nuevos cánceres de mama. En España se diagnostican alrededor de 16.000 nuevos cánceres de mama al año, la mayoría en mujeres de entre 45 y 65 años.
En Francia se practican unicamente un 28% de mastectomías. En cambio, en España, esta cifra se sitúa en el 40%. En los hospitales españoles que disponen de cirujano plástico, la tasa de mujeres a las que se les practica una cirugía conservadora puede alcanzar el 75% u 80%.
A pesar de los métodos de diagnóstico precoz ( la autopalpación, la mamografía y la biopsia ) todavía llegan a las consultas mujeres con estadíos avanzados de la enfermedad a las que debe practicarse una mastectomía
El nivel social, el empleo y el tipo de cobertura sanitaria determinarán ( posteriormente o en el mismo momento de la mastectomía ) la decisión de practicar una reconstrucción mamaria
El sentimiento de rechazo por parte del hombre, y la idea de incapacidad para funcionar con plenitud como compañera sexual
Las relaciones interpersonales pueden deteriorarse tanto a raíz de la depresión de la mujer que ha surido una mastectomía al sufrir la mutilación de su autoimagen, como por las reacciones ( a menudo poco adecuadas de la pareja ) y del resto de la familia
Esta situación se puede agravar aún más cuando la mujer adopta conductas negativas, que pueden expresarse a través de manifestaciones regresivas y pueriles o agresivas con su entorno. Por ello la paciente mastectomizada también debe recibir cuidados en los planos afectivo y social, lo cual implica involucrar a la familia en este proceso a través de un programa de atención integral.
Es importante que el personal de salud encargado del tratamiento les proporcione la máxima información y el máximo apoyo. En muchos casos el ajuste emocional posterior a la mastectomía es bueno o muy bueno.