En todos los casos es muy importante que durante la transición de un método de contracepción a otro se utilice un método de barrera complementario (condón masculino o femenino) mínimo durante los primeros siete días de estar utilizando el nuevo anticonceptivo.
Existen diversas presentaciones y formas de administración de los anticonceptivos que pueden adaptarse a las necesidades y gustos de las parejas. A menudo las parejas o las mujeres deciden cambiar de método contraceptivo para prevenir un embarazo. Se recomiendo siempre buscar la asesoría de un ginecólogo para evitar la autoprescripción, práctica común y peligrosa. Es importante saber cuál es el momento idóneo para cambiar de anticonceptivo y las dosis que se requieren.
Los anticonceptivos orales que en un principio contenían dosis muy elevadas de estrógenos (150 microgramos) que causaban importantes efectos secundarios (problemas tromboembólicos, accidentes cerebrovasculares, infartos agudos de miocardio, aumento de la presión arterial, sobrepeso y manchas en la cara o melasma) se fueron ajustando la cantidad de hormonas en rango que va de 15 a 35 microgramos. Los anticonceptivos inyectables que se administran cada mes (progesterona combinada con estrógenos) o cada 3 meses (con progesterona sola) y combinada con estrógenos.
El parche transdérmico que se coloca el primer día del sangrado menstrual en cualquier parte del cuerpo (excepto mamas y genitales) y se cambia cada siete días. Este anticonceptivo contiene una de las dosis más reducidas de estrógenos. El anillo vaginal contiene estrógenos y progesterona, se coloca dentro de la vagina el primer día del sangrado menstrual y se deja durante tres semanas; se descansan siete días. El implante subdérmico es un pequeño tubo que se inserta debajo de la piel, contiene progesterona y su efecto dura hasta tres años. El DIU hormonal contiene sólo progesterona y, a partir de su colocación, es posible mantenerlo durante cinco años.
La elección de un método para prevenir un embarazo es un proceso que puede involucrar unicamente a la mujer o a ambos miembros de la pareja en caso de que ésta exista. Las necesidades de contracepción pueden modificarse con el tiempo.
Para realizar cualquier cambio siempre es necesario esperar que comience nuevo ciclo menstrual para que se ajusten correctamente las hormonas.
Si se quiere cambiar a otro anticonceptivo oral, la mujer deberá empezar con la nueva píldora al día siguiente de haber tomado el último comprimido anterior.
A las usuarias de anticonceptivos inyectables que sólo contienen progesterona se les puede aplicar, por la misma vía, una combinada con estrógenos. Para ello, es preciso que se les administre en el día programado para su siguiente aplicación; luego se usará cada 30 días, independientemente de cuándo se presente el sangrado menstrual.
Si se opta por dejar el método hormonal oral o inyectable y comenzar con el implante subdérmico, la inserción deberá efectuarse el día correspondiente al reinicio de la toma de la píldora o aplicación de la inyección. Lo mismo sucede con el anillo vaginal y el DIU.
En todos los casos es muy importante que durante la transición de un método a otro se utilice un condón masculino o femenino, mínimo durante los primeros siete días de estar utilizando el nuevo anticonceptivo.
Si deseas probar otra opción para prevenir un embarazo es fundamental acudir al ginecólogo, quien te proporcionará la asesoría necesaria, ajustará las dosis hormonales e indicará cuándo es el mejor momento para efectuar el cambio. Recuerda que la interrupción brusca de cualquier método anticonceptivo lleva a sufrir descontrol hormonal y, durante la adaptación, existe riesgo de embarazo.