Cuando se detecta un bulto palpando desde fuera de la pared abdominal las posibilidades son múltiples.
Si el bulto entra y sale de la cavidad abdominal al palparlo, se trata de una hernia epigástrica.
En cambio, si el bulto se palpa a través de la pared abdominal puede ser un tumor benigno o maligno de los órganos abdominales subyacentes.
Por último, si el bulto está en el espesor de la pared abdominal, generalmente, se trata de un quiste sebáceo, un lipoma u otro tipo.
Cuando los músculos de la pared abdominal no consiguen contener los órganos internos, estos quedan directamente bajo la piel como es el caso de la hernia abdominal.
En definitiva, una hernia abdominal es un abultamiento de tamaño variable, similar a una pequeña bolsa, que sobresale en la zona del abdomen. Corresponde al relieve que forman las vísceras abdominales bajo la piel al atravesar un punto débil de la pared.
Aunque la hernia abdominal es poco dolorosa, puede resultar molesta en la vida diaria.
La principal complicación de una hernia abdominal es su estrangulamiento, ya que puede causar una oclusión u obstrucción total o parcial del intestino.
Así, las hernias que presentan un riesgo elevado de estrangulación y las que producen una molestia importante para el paciente se tratan mediante una intervención quirúrgica que recibe el nombre de herniorrafia.
La hernia aparece como consecuencia de un debilitamiento y separación excesiva de las fibras que constituyen los músculos del abdomen. Una pequeña parte de los intestinos, el apéndice o un ovario pueden escaparse por el lugar donde las fibras no ejercen la contención necesaria. Se forma, entonces, una especie de bolsa, llamada saco herniario.
Esta separación de las fibras puede deberse a una malformación congénita de nacimiento.
Asimismo, un esfuerzo intenso o repetido como levantamiento de peso, la tos crónica o un aumento de peso importante pueden provocar la aparición de una hernia epigástrica.
Una hernia se manifiesta por un bulto más o menos voluminoso en el abdomen, elástico al tacto y habitualmente indoloro. Es fácil reintroducirla en el interior del abdomen cuando se ejerce fuerza sobre ella. La hernia es apenas visible y puede salir cuando el paciente realiza un esfuerzo o cuando tose.
El único tratamiento definitivo de las hernias es la intervención quirúrgica, denominada herniorrafia.
La formación de un bulto o protuberancia que se palpa a través de la pared abdominal puede ser un tumor cancerígeno o un síntoma de otras enfermedades y trastornos, por eso no se debe entrar en pánico.
En la mayoría de los casos, las protuberancias en el abdomen son hernias. Si el bulto aumenta de volumen cuando la persona está de pie, seguramente se trate de una hernia abdominal. También pueden aparecer otros síntomas como dolor abdominal, vómitos, estreñimiento o sangre en las heces.
En función de su ubicación en el estomago, la hernia abdominal o epigástrica se denominará hernia crural, hernia inguinal, hernia inguinal indirecta, hernia incisional o hernia umbilical.
Por otra parte, el cáncer de estómago o cáncer gástrico es la causa más grave de nudo en el estómago. El cáncer de estómago se produce cuando un tumor maligno crece en la pared exterior del estómago, justamente en el saco muscular que se encuentra en el centro del estómago, debajo de las costillas.
Aunque se desconoce la causa exacta del cáncer de estómago, los médicos creen que la dieta y el estilo de vida juegan un papel importante en el aumento del riesgo de cáncer de estómago. Comer alimentos salados y grasos, fumar y beber alcohol en exceso podrían causar cáncer de estómago.
Aunque la mayoría de los bultos no son peligrosos, es importante obtener un diagnóstico lo antes posible.
Un bulto en el estómago o a la altura del esternón puede ser un lipoma o tratarse de un tumor cancerígeno, un tumor del hueso del esternón (palpable cuando el estómago aumenta de volumen tras la una gran ingesta de alimentos) o de su apófisis xifoides, un tumor primario de esternón (linfoma o condrosarcoma) o metastásico (mieloma múltiple, por ejemplo),
Debajo del diafragma (músculo que separa el tórax del abdomen) se localizan varios órganos como el intestino, el páncreas, la vesícula y los riñones. Por ello, el dolor de estómago puede proceder del propio estómago o de los órganos situados en la parte superior del abdomen.
El dolor de estómago puede ser el resultado de una gastritis (inflamación de la mucosa del estómago), de la aerofagia (exceso de aire en el estómago), de meterorismo, de una úlcera gástrica o de esofagitis.
También produce dolor de estómago la intolerancia a la lactosa (los síntomas aparecen seis horas después de ingerirla), complicaciones relacionadas con la infección por Helicobacter Pilorii, los reflujo gastroesofágico o un cáncer de estómago o esófago.
La enfermedad de Crohn u obstrucción intestinal puede originar muchas masas sensibles en forma de salchicha en cualquier parte del abdomen.
La diverticulitis produce una masa que, por lo general, se localiza en el cuadrante inferior izquierdo.
El agrandamiento del hígado (hepatomegalia) crea una masa firme, irregular, por debajo de la parrilla costal derecha o en el lado izquierdo de la zona estomacal.
Mientras que el pseudoquiste pancreático causa una masa protuberante en la parte superior del abdomen en la zona epigástrica, el absceso pancreático lo hace en la parte superior del abdomen, en la zona epigástrica.
El agrandamiento del bazo (esplenomegalia) se puede sentir algunas veces en el cuadrante superior izquierdo.
El cáncer de estómago puede produce una masa en el abdomen superior izquierdo en la zona del estómago (epigastrio) cuando el tumor es grande.
La apófisis xifoides es el elemento más pequeño y variable del esternón. Se encuentra en su extremo inferior. Tiene una estructura cartilaginosa en el momento del nacimiento. A partir del tercer año de vida comienza a osificarse. Cuando una persona alcanza los 24 años de edad, el xifoides termina de osificarse y se une al cuerpo del esternón.
La sincondrosis xifo-esternal conecta el esternón con el apéndice xifoides. En el apéndice xifoides se inserta el músculo diafragma, del músculo recto abdominal y del músculo triangular del esternón.
En caso de traumatismo en el esternón, el apéndice xifoides puede sufrir una fractura.
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