La alergia al cacahuete o maní es una de las alergias más comunes en niños de más de 3 años de edad.
La exposición al maní se puede dar de diversas formas. Al ingerir cacahuetes o alimentos que los contengan, también el contacto directo de la piel con el maní puede desencadenar una reacción alérgica.
Mientras que el contacto cruzado se refiere a la introducción no intencional del maní a un producto alimenticio. Por lo general, aparece como resultado de la exposición de la comida al maní durante su procesamiento o manipulación. También es posible que aparezca una reacción alérgica por medio de la inhalación de polvo o aerosoles que contengan cacahuate, que puede estar presente en la harina de maní o en el aceite de cacahuate en aerosol.
Con la alergia al maní pueden aparecer síntomas cutáneos como erupción o urticaria en la cara y alrededor de la boca o en otras zonas del cuerpo. Además de síntomas gastrointestinales como dolores abdominales, vómitos, náuseas o diarreas. Mientras que los síntomas respiratorios pueden ser congestión nasal, lagrimeo, tos, estornudos o asma.
La anafilaxia es la reacción más grave, aunque es un caso raro. Se refiere a una respuesta que cursa con descenso de la presión arterial, el pulso disminuye, la persona tiene dificultades para reaccionar, hay sudoración y desmayo. Es importante tener en cuenta que incluso pequeñas cantidades de maní pueden provocar una reacción grave. La alergia al cacahuate es la causa más frecuente de anafilaxia provocada por alimentos, es una urgencia médica y requiere tratamiento con una inyección de epinefrina (adrenalina).
En caso de que aparezca una reacción alérgica grave se debe aplicar una inyección de epinefrina de forma urgente y acudir al hospital. Lo mejor es que las personas con problemas de alergia al maní lleven siempre un autoinyector de epinefrina (EpiPen, Auvi-Q, Twinject). Este dispositivo es una jeringa con una aguja oculta que inyecta una dosis del medicamento cuando se lo presiona contra el muslo.
No existe ningún tratamiento que cure de forma definitiva la alergia al cacahuate. Sin embargo, los investigadores estudian la desensibilización con una inmunoterapia oral. Esta técnica consiste en dar a los niños con alergia al cacahuete o aquellos en riesgo de tenerla dosis graduales de alimentos que contienen maní. Hay que tener en cuenta que la seguridad a largo plazo de la inmunoterapia oral para la alergia al maní es incierta y que este tratamiento no está aprobado por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA). Como con el resto de las alergias alimentarias, lo que se debe hacer es evitar su exposición e ingestión.
El cacahuete forma parte de la familia de las leguminosas (guisantes, soja, habas, altramuces, garbanzos) con las que pueden presentar alergias cruzadas.
El cacahuete se utiliza cada vez más en nuestra alimentación debido a su valor nutritivo y su bajo costo; además, está presente en una gran parte de los productos que consumimos a diario. Por otra parte, el maní mejora el gusto, el volumen y la consistencia de numerosos alimentos.
La alergia al cacahuete se puede manifiestar por medio de rinitis, urticaria, eczema atópico, asma, vómitos o dolores abdominales. Estos síntomas pueden aparecer juntos o aislados. También pueden provocar reacciones violentas cutáneas o digestivas, así como choques anafilácticos.
La alergia al cacahuete no tiende a desaparecer y persiste en la edad adulta. Solo del 10 % al 15 % de los niños se curan a partir de los 20 años de edad. El número de niños afectados por la alergia al cacahuete aumenta de forma regular y se ha multiplicado por 2 a lo largo de los últimos 10 años.
Un niño alérgico debe llevar de forma permanente un carnet que indique que es alérgico al cacahuete. Un niño que haya presentado manifestaciones severas provocadas por esta alergia siempre debe cargar medicamentos corticoides y la jeringuilla de adrenalina autoinyectable.
Lo más importante es evitar toda exposición a los cacahuates y, en caso de presentar una reacción grave, buscar ayuda de forma urgente. Para llegar a un diagnóstico certero suele hacerse un registro de alimentos mediante un diario donde se incluyan los hábitos alimentarios, los síntomas y los medicamentos.
El médico puede proponer una dieta de eliminación, durante una o dos semanas, cuando sospecha que puedes reaccionar a más de un tipo de alimentos. En esta dieta se elimina el cacahuete y los alimentos que pueden provocar reacciones alérgicas cruzadas. Después se reintroducen a tu dieta uno por uno. Así se puede observar si aparecen síntomas con determinada comida. En caso de haber presentado una reacción intensa a los alimentos, este método no es seguro.
Para realizar las pruebas cutáneas se coloca una pequeña cantidad de alimento sobre la piel y se realiza una pequeña incisión con una aguja. La prueba es positiva cuando aparece un bulto elevado o una reacción.
El diagnóstico se efectúa con un médico alergólogo, quien hace test cutáneos y análisis de sangre (dosificación de los anticuerpos responsables de la alergia al cacahuete). De igual forma, el estudio permite evaluar el grado de gravedad de la alergia al maní.
Los cacahuetes, el aceite y la mantequilla de cacahuete, la margarina, ciertos salchichones, las pastas, las salchichas, las ensaladas compuestas, la nata de postre, los quesos con frutos secos, los yogures con muesli, la leche con cereales, los dulces, las preparaciones que en su composición mencionen aceite vegetal o grasas sin otra precisión (como las patatas fritas), los panes fabricados con harina de altramuces y los panes especiales con cereales, los cereales para el desayuno, la bollería, las galletas, la repostería (y bajo forma de producto industrial), las galletas de aperitivo, las barritas de cereales, los chocolates rellenos, los helados, los turrones, la tarta de crema de almendras, el roscón de Reyes, las barritas de cereales y de chocolate con frutos secos, los frutos secos, las patatas a causa de una posible alergia cruzada con los frutos con cáscara (solo el médico puede autorizar su consumo), las sopas, la cerveza, las galletas secas, las hamburguesas, los platos preparados, la decoración de helados a base de polvos de avellana, las almendras y pastas de almendras, entre otros alimentos.
Hay que evitar los productos que mencionan aceite vegetal sin precisar si se trata de aceite de cacahuete, oliva o girasol. Numerosos cosméticos, algunos champús y ciertos medicamentos contienen cacahuetes, así como los alimentos para peces y pájaros. En el restaurante, no dudes preguntar el tipo de aceite que utilizan, la composición de los platos y las salsas, especialmente en los restaurantes exóticos, porque la mayor parte de los accidentes graves ocurren en estas circunstancias.
El cacahuete puede tener alergias cruzadas con los guisantes, las lentejas, la soja, las habas, las judías y los altramuces. Puedes preguntar al panadero si utiliza harina de altramuz para mejorar la textura del pan y los bollos.
El tratamiento de la alergia al cacahuete consiste en evitar consumir cacahuetes y todos sus derivados. Es necesario hacer regularmente un chequeo de alergia con la ayuda de un test cutáneo y un análisis de sangre (dosis de los anticuerpos específicos del cacahuete).
En caso de padecer alergia al cacahuete, siempre deben revisarse con mucha atención las etiquetas de los alimentos para comprobar que no contengan ni el maní ni sus derivados. Si aparece una reacción alérgica grave, como la anafilaxia, se debe acudir inmediatamente a un centro hospitalario o visitar un médico.
Los remedios caseros son prácticos para tratar los síntomas leves provocados por la ingestión de maní. Si aparecen vómitos, puede ingerirse una infusión de menta, que también alivia los dolores intestinales. Asimismo, puede ser útil tomar medio vaso de jugo de limón para controlar los vómitos.
Cuando aparecen ronchas en la piel se puede aplicar agua de rosas que, además, alivia el escozor. El té de manzanilla es un buen remedio natural contra la histamina. Beber una taza de infusión de manzanilla disminuye los estornudos.
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