Un porcentaje importante (entre el 30 y el 50 %) de niños, adolescentes y adultos jóvenes, consumen regularmente bebidas energéticas.
Este efecto "moda" tiene un riesgo para los jóvenes consumidores; de hecho numerosos informes pusieron en evidencia numerosos efectos secundarios.
Estas bebidas energéticas contienen cafeína, taurina, azúcar en forma de glucuronolactona, vitaminas y edulcorantes.
La glucuronolactona, normalmente presente en el organismo, es un azúcar derivado de la glucosa, presente en concentraciones muy importantes.
Los numerosos efectos secundarios fueron puestos en evidencia:
Las bebidas energéticas pueden tener interacciones con ciertos medicamentos.
Las bebidas energéticas aumentan el efecto estimulante del alcohol.
Un estudio publicado en 2008 en la revista "Journal of Adolescent Health", basado en 795 estudiantes de New York, mostró que los que consumían muchas bebidas energéticas, ya sea seis veces o más al mes, tenían en promedio tres veces más riesgos que los consumidores poco asiduos y los no consumidores de ser fumadores, de haber abusado de medicamentos, pero también de haberse peleado violentamente durante el año anterior al estudio. Por otra parte, también tenían dos veces más riesgos de fumar marihuana y de tener un consumo problemático de alcohol. (Fuente Relax news).