La dermatitis atópica es una de las enfermedades más frecuentes que puede afectar a un niño, incluso puede aparecer en sus primeros meses de vida.
Casi el 15 % de los bebes y de los niños padecen de dermatitis atópica. En ciertos países de Europa, esta cifra puede alcanzar el 20 ó 30 % en los bebés. La dermatitis atópica desaparece la mayoría de las veces antes de los 5 años de edad, pero un porcentaje de aproximadamente 10 al 15 % persiste hasta la edad adulta.
La dermatitis atópica es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel. Por lo general, aparece a los tres meses de edad, pero también puede aparecer desde los primeros días de la vida. En los bebés, las lesiones de la piel aparecen en las mejillas, la barbilla, los muslos, los brazos y el abdomen. Las lesiones evolucionan progresivamente o simultáneamente bajo la forma de enrojecimientos, de picores, de vesículas luego de erupciones cutáneas pruriginosas.
Las alergias afectan especialmente a ciertas personas predispuestas a desarrollar este tipo de enfermedad. Estas personas, llamadas atópicas, fabrican grandes cantidades de anticuerpos contra algunos alérgenos. Su sensibilización se encuentra inscrita en su herencia genética, transmitida por sus padres a través de sus cromosomas.
La dermatitis atópica es la primera manifestación de la enfermedad atópica. Luego aparecen la rinitis alérgica luego el asma.
El número de bebés y de niños afectados por una dermatitis atópica aumentó durante los últimos treinta años en los países industrializados paralelamente la progresión del nivel de vida.