El Síndrome de Sjögren, también llamado Síndrome del ojo seco, es una enfermedad autoinmune, es decir, inducida por la acción de anticuerpos contra células del propio organismo. Provoca una reducción o cese total de la secreción de ciertas glándulas del cuerpo, incluyendo las glándulas salivales, lagrimales, la vagina y el tracto gastrointestinal. Por ello cursa con sequedad cutánea, ocular y bucal y globalmente con una desecación de los órganos afectados. Este síndrome afecta principalmente a las mujeres después de los 40 años y puede ser aislado o asociado con otras enfermedades autoinmunes como la artritis reumatoide o el lupus eritematoso sistémico.
Los síntomas incluyen picazón en los ojos, falta de lágrimas, conjuntivitis, faringitis de repetición y sequedad de la piel. El tratamiento no es curativo sino sintomático, es decir, se dirige a controlar los síntomas.