La faringe es un conducto que se encuentra situado en profundidad en la parte posterior de la boca, por encima de la laringe y del orificio de entrada del esófago. La faringe tiene tres grandes funciones:
La inflamación de la faringe se denomina faringitis. Se trata de una afección banal, que aparece frecuentemente en el contexto de una inflamación o de una infección local. Muchas veces es de origen viral, mas raramente bacteriana, como las anginas, la laringitis o la rinitis en cuyo caso, por su frecuente asociación, se llama rinofaringitis. Otros factores pueden sin embargo provocar una faringitis como la exposición al polvo, una intoxicación de tabaco, una exposición larga al aire acondicionado, la respiración bucal (principalmente de aire fresco), las sinusitis crónicas...
Los síntomas de la faringitis son:
El diagnóstico de la faringitis se basa en un examen físico de la parte posterior de la boca y de la garganta, asociados a la presencia de los otros síntomas. La parte posterior de la garganta aparece enrojecida. No es necesario ningún otro exámen en caso de faringitis aisladas o rinofaringitis.
El tratamiento de la faringitis está basado en la prescripción de medicamentos contra el dolor como paracetamol. Varios medicamentos pueden prescribirse a veces para reducir el dolor debido a la inflamación de la faringe, pero no hay evidencia real de su eficacia. La evolución de la faringitis se realiza rapidamente hacia la curación. En caso de una rinofaringitis, caso muy frecuente, las secreciones nasales deben ser combatidas sonándose la nariz con frecuencia; es posible asociarlo con un descongestionante nasal. En el niño pequeño, incapaz de sonarse frecuentemente, se puede usar una solución salina con un "fly-bebé" o "mosca-bebe".