La insolación es la quemadura de primer grado de la piel provocada por la sobreexposición de la piel a los rayos UVB y UVA.
La intensidad de la insolación varía en función de la duración y de la intensidad de los rayos solares así como del fototipo. El fototipo es una clasificación de los tipos de piel según su sensibilidad a los rayos ultravioleta.
El fototipo permite estimar el riesgo relacionado a la exposición solar para cada tipo de piel y determinar el grado de las protecciones necesarias.
Las personas de piel clara son más propensas a presentar un cáncer cutáneo debido a su falta de pigmentación.
La insolación provoca enrojecimientos de la piel acompañada de dolores. Aparece algunas horas después de la exposición al sol. La piel comienza a pelarse.
Aplicarse una crema hidratante. No exponerse a sol hasta que hayan desaparecido los dolores y los enrojecimientos de la piel.
La insolación puede ser severa cuando los rayos UV alcanzan las capas profundas de la piel provocando así una quemadura de segundo grado. En ese caso, es necesario aplicar una gasa vaselinada y compresas estériles. Es necesario consultar un médico.
Una insolación provoca una quemadura y la frecuencia de insolaciones representa un factor de riesgo de cáncer de piel.