El transporte del colesterol

El colesterol necesita unas sustancias que garanticen su transporte sanguíneo a través del organismo hacia las células que van a transformarlo.

El colesterol se transporta por la sangre

Aproximadamente, el 75 % del colesterol que circula por la sangre se fabrica en el organismo y el restante ingresa a través de los alimentos. El colesterol es la base para la síntesis de varias hormonas esteroides, como la testosterona o el estradiol, entre otras.

Qué lipoproteína transporta el colesterol

Las lipoproteínas se forman en el hígado y garantizan el transporte del colesterol. Se pueden diferenciar dos clases de lipoproteínas: de baja densidad (colesterol LDL) y de alta densidad (colesterol HDL).

Las lipoproteínas de baja densidad transportan el colesterol desde el hígado hasta los otros órganos. Mientras las lipoproteínas de alta densidad recuperan el exceso de colesterol desde los tejidos del organismo para llevarlo al hígado donde se transforma y, posteriormente, se elimina (a través de la bilis).

Transporte de colesterol a través de la membrana

El colesterol es muy poco soluble. Se transporta por la sangre unido a las lipoproteínas para que las células lo capten e integren a sus membranas. Aunque las lipoproteínas transporten de forma adecuada el colesterol, no siempre se puede evitar que una pequeña parte precipite en las paredes de las arterias. Esto provoca la aterosclerosis y cuando precipita en los conductos biliares aparecen los cálculos biliares. El exceso de colesterol favorece la formación de estos depósitos.

Transporte endógeno del colesterol

El colesterol que consumimos a través de la comida se transporta por el sistema linfático desde las células de la mucosa del intestino (enterocitos) en los quilomicrones, que son las lipoproteínas de más baja densidad y son fabricados por los propios enterocitos. Del intestino salen conductos linfáticos que llevan los quilomicrones con los productos lipídicos procedentes de la absorción en el intestino. Los vasos del sistema linfático que proceden del intestino confluyen en el conducto torácico, que se une al torrente sanguíneo cerca de la entrada de la vena cava superior. De esta forma, el contenido de la linfa pasa a la circulación sanguínea.

Transporte reverso del colesterol

La función del colesterol HDL es transportar el colesterol desde los tejidos periféricos (incluyendo la pared arterial) hasta el hígado para que pueda ser excretado en forma de sales biliares. También pueden transportarlo a órganos endocrinos para la síntesis de hormonas esteroides. A este proceso se le conoce como transporte reverso del colesterol.

Es importante para prevenir que se acumulen las células espumosas (forman grasa) en la capa íntima de las arterias. Por esto, el colesterol HDL es considerado un factor que impide el depósito de ateromas (lesiones en las arterias) y, a la vez, protege de las enfermedades cardiovasculares. Cuanto más altos son los niveles de colesterol HDL, mejor es la prevención de la enfermedad cardiovascular.

Cómo se regula la síntesis de colesterol

El colesterol es una molécula biológica muy importante que interviene en la estructura de la membrana de las células. También en un precursor para que se puedan fabricar las hormonas esteroides y los ácidos biliares. Tanto el colesterol que ingerimos a través de la dieta como el que se sintetiza de nuevo viajan en la circulación sanguínea a través de partículas de lipoproteínas. Lo mismo ocurre para los ésteres del colesterol, la forma en la cual el colesterol se almacena en las células.

La síntesis y la utilización del colesterol deben tener un mecanismo de regulación que funcione correctamente para prevenir que se acumule. El depósito anormal de colesterol en el organismo, especialmente a nivel de las arterias coronarias (ateroesclerosis), es el factor principal para el desarrollo de las enfermedades de las arterias coronarias.

Los adultos sanos sintetizan el colesterol en una proporción de, aproximadamente, 1 gramo por día y consumen aproximadamente 0,3 gramos por día. Un nivel relativamente constante de colesterol en la sangre (150–200 mg/dL) se mantiene principalmente mediante el control del nivel de síntesis de novo. El nivel de síntesis del colesterol es regulado, en parte, por la ingestión de colesterol en la dieta.

Cómo entra el colesterol en la célula

El colesterol entra en las células a partir de receptores que se sitúan en la membrana plasmática y que interactúan con las lipoproteínas plasmáticas. Por ejemplo, el receptor de colesterol LDL interactúa con las lipoproteínas y la proteína apoB100. Luego el colesterol se utiliza o se almacena como éster. También puede entrar a través de otros receptores como los SR-BI, que toman colesterol de las lipoproteínas con apoai o a través de receptores scavenger de los macrófagos que capturan lipoproteínas alteradas.

LDL colesterol transporte

Las lipoproteínas LDL llevan colesterol a los tejidos que lo necesitan para sus membranas o para la síntesis de hormonas esteroides. Este colesterol y el de los quilomicrones regulan la síntesis hepática de colesterol. Las lipoproteínas LDL entran a las células por un proceso de endocitosis mediada por receptores específicos para estas lipoproteínas. El receptor de LDL es una glicoproteína transmembranal que se une de manera específica a apoB100 y apoE. Una vez dentro de la célula, en el lisosoma, la apoB100 se degrada y una lipasa da colesterol a partir de los ésteres de colesterol. El colesterol excedente se puede reesterificar para su almacenamiento por acción de la ACAT (acil-CoA-colesterol aciltransferasa). La sobreacumulación de ésteres de colesterol se evita por dos mecanismos: supresión de la síntesis del receptor del LDL e inhibición de la síntesis celular de colesterol.

Técnica de Liebermann-Burchard

La dosificación del colesterol en la sangre fue descrita por Liebermann en 1885 y por Burchard en 1889. Según el principio Liebermann-Burchard, el colesterol forma un compuesto verde azulado a partir de carbohidratos polímeros insaturados en un medio en el que están presentes ácido acético, anhídrido acético y ácido sulfúrico concentrado. Determinar los niveles del colesterol en la sangre sirve para hacer el diagnóstico y el seguimiento de las dislipidemias, especialmente cuando se trata de hipercolesterolemias.

Tener un nivel alto de colesterol total en la sangre (conjuntamente con niveles bajos del colesterol HDL) es un factor de riesgo muy importante para enfermedades como la aterosclerosis, la hipertensión arterial, el infarto de miocardio y otras enfermedades cardiovasculares. Un nivel bajo de colesterol total en la sangre puede estar relacionado con una insuficiencia hepática aguda o crónica.

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