Los sustitutos de la nicotina ayudan a soportar la falta de nicotina cuando se decide dejar de fumar. Su éxito depende de la dosificación y del número de semanas que se han utilizado.
Los sustitutos de la nicotina son medicamentos que difunden la nicotina de manera lenta y prolongada a través de la sangre. La nicotina ingresa por la piel con los parches y por la mucosa de la boca con los chicles, los comprimidos y el inhalador. Se utilizan de 6 semanas a 6 meses, según cada fumador.
Los sustitutos no son peligrosos para la salud, ya que absorben únicamente la nicotina, a diferencia del tabaco que contiene 4.000 sustancias tóxicas. No existen contraindicaciones cardiovasculares en la utilización de sustitutos de la nicotina.
Los parches se pegan en la piel para que liberen progresivamente la nicotina en el organismo. Los efectos empiezan aproximadamente 30 minutos después y se prolongan durante todo el día. Existen diferentes dosis que se adaptan en función del número de cigarrillos que el fumador consume cada día. Así liberan la dosis de nicotina equivalente a la recibida, lo que compensa la aportación diaria de tabaco.
El tamaño del parche determina la dosis de la nicotina. Existen diferentes parches: el parche de 24 horas pequeño 10 cm² de 7 mg (libera 7 mg de nicotina al día); el parche de 24 horas intermedio 20 cm² de 14 mg (libera 14 mg de nicotina); el parche de 24 horas grande 30 cm² de 21 mg (libera 21 mg de nicotina); el parche de 16 horas pequeño de 5 mg (libera 5 mg de nicotina); el parche de 16 horas intermedio de 10 mg (libera 10 mg de nicotina) y el parche de 16 horas grande de 15 mg (libera 15 mg de nicotina). El organismo puede así deshabituarse progresivamente a la falta de cigarrillo.
La difusión de la cantidad de nicotina depende del tamaño del parche y del tiempo que permanezca sobre la piel. Solo es posible utilizar el parche cuando se deja completamente el tabaco. Está absolutamente contraindicado fumar y llevar el parche puesto, ya que aumenta el riesgo cardiovascular. Los parches más dosificados se utilizan al principio del tratamiento y los menos dosificados al final. De esta forma, disminuye progresivamente y por etapas en un periodo que varía entre 8 y 12 semanas.
Los parches de nicotina deben ponerse por la mañana. No se debe tocar la parte adhesiva del parche. Los parches se retiran a las 16 horas, aproximadamente. No deben llevarse puestos durante la noche.
Los riesgos de alergia cutánea son raros, pero puede suceder. Diversas reacciones alérgicas pueden aparecer con los parches. El dispositivo adhesivo provoca estas reacciones cutáneas en el lugar de la aplicación. En ese caso, hay que quitarse el parche y cambiarlo de sitio. Si esto no da resultado, hay que cambiar de marca. Si los síntomas persisten, se debe suspender el uso de parches y mejor consultar al médico o farmacéutico. Los parches no provocan dependencia.
Solo utilizar los sustitutos de la nicotina raramente es suficiente para dejar de fumar. Una ayuda psicológica puede aumentar las posibilidades de éxito. Los sustitutos de la nicotina —en particular los chicles, comprimidos o inhaladores— pueden provocar una dependencia, pero este riesgo es inferior al provocado por el tabaco.
Se aconseja a las mujeres embarazadas que dejen de fumar sin sustitutos. Se debe consultar con el médico, ya que algunos no están prohibidos para las mujeres embarazadas: es preferible tomar sustitutos de la nicotina que no estén contraindicados que continuar fumando. Se recomienda a las mujeres embarazadas que dejen de fumar con la ayuda de un tratamiento psicológico o con una terapia de comportamiento. Los sustitutos se aconsejan en caso de fracaso del apoyo psicológico.
El costo del tratamiento de 6 meses varía y puede llegar a ser el doble e incluso más según la farmacia. Fumar con un parche puesto puede conllevar riesgo de sobredosis de nicotina. Algunos fumadores piensan que al quitarse el parche pueden fumar un cigarro inmediatamente después, pero la nicotina liberada por el parche se queda en las capas superficiales de la piel y continúa difundiéndose durante más de 2 horas después de haberse quitado el parche. Fumar con el parche está contraindicado.
Los parches de nicotina se venden en la farmacia sin receta médica y multiplican por dos las posibilidades de dejar de fumar al cabo de 6 meses o 1 año.
Existen diferentes marcas de parches que varían en función de los diferentes países. Algunos nombres son Habitrol, NicoDerm CQ y Nicotinell, entre otros.
Los parches de Nicotinell ofrecen una dosis constante de nicotina durante 24 horas. Son tres dosis: el parche de 21 mg por 24 horas, el parche de 14 mg por 24 horas y el parche de 7 mg por 24 horas. La primera dosis depende de cuánto fumes a lo largo del día y el propósito es reducir la dosis gradualmente. Si al terminar cada presentación necesitas seguir usando el parche, consulta con tu médico o farmacéutico.
Las formas orales tratan inmediatamente la falta de nicotina y, al adaptar las dosis con precisión, se provocan picos de nicotina. Los chicles contienen entre 2 mg y 4 mg de nicotina. Primero se chupan durante unos minutos y después se mastican lentamente, aproximadamente 30 minutos, para liberar una parte de la nicotina que contienen. Los chicles se consumen según las necesidades de cada fumador. Al principio, en general, se utilizan entre 8 y 12 chicles. Un chicle que se mastica muy rápido provoca sensaciones desagradables como ardor en el estómago, dolor de garganta e hipo.
El inhalador es un embudo de plástico que se abre en dos para recibir un cartucho o ya contiene un tapón empapado de nicotina. El fumador aspira algunas veces por el embudo. Varios cartuchos pueden utilizarse al principio para intentar dejar de fumar.
Los comprimidos se chupan sin mordisquear. Las ganas de fumar desaparecen en unos minutos cuando se toma este comprimido. El número de comprimidos utilizados por día varía según la dependencia del fumador. Pero en promedio son entre 8 y 12 al día al inicio del tratamiento y disminuye poco a poco. Consumir café o jugo de frutas 15 minutos antes de tomar el comprimido está desaconsejado, ya que las sustancias modifican la absorción de la nicotina a nivel bucal.
Usar varios tipos de sustitutos se aconsejan a los fumadores que tienen una dependencia elevada a la nicotina o ganas de fumar en todo momento. Para estos fumadores, el comienzo es difícil y hay algunas situaciones que representan mucho riesgo. Con este sistema el fumador puede resistir más la necesidad de fumar. Tomar de forma puntual la nicotina en chicle o en inhalador, además del parche, puede ayudar a combatir los impulsos. Hoy es posible utilizar al mismo tiempo varios tipos de sustitutos: chicle y parche o parche e inhalador. Esta asociación permite al fumador adaptarse y le permite dejar de fumar de una forma más acorde a sus necesidades. Esta asociación debe efectuarse bajo control médico para diseñar la dosis correcta. El fumador se siente tranquilo de poder gestionar sus necesidades de nicotina tomando un producto de sustitución cada vez que desea fumarse un cigarrillo.
Fumar y mantener los sustitutos de la nicotina es una medida que se aconseja solo a los fumadores muy dependientes. Tranquiliza al fumador el hecho de saber que tiene más tiempo para desintoxicarse y hacerse a la idea de que no fumará más. Este método es más flexible y disminuye los riesgos de fracaso. Un fumador que se fuma 10 cigarrillos también puede fumar solo 3 o 4 cigarrillos que remplazará con 3 o 4 formas orales de sustitutos, en forma de chicles o comprimidos. Pero es importante recordar que usar parches es incompatible con el consumo de cigarros.
Ciertos síntomas pueden significar la aparición de una sobredosis de sustitutos de la nicotina y puede ser necesario consultar a un médico. Debe sospecharse ante la sensación de asco al tabaco, dolor de cabeza, vértigos, aceleración del ritmo cardiaco, nauseas, diarreas o boca pastosa. Dejar de utilizar los sustitutos, en todas sus formas, es la primera de las medidas que hay que adoptar. En la gran mayoría de los casos, los síntomas desaparecen.
La elección de la dosis es un factor importante para abandonar el tabaco. Dejar de fumar depende de la dosis de los sustitutos de la nicotina y el tiempo que se utilicen, que varía entre 6 semanas y 6 meses. Una dosis insuficiente puede acarrear un fracaso: los sustitutos deben aportar una dosis equivalente a la que el fumador recibía con los cigarrillos. La dosis de los sustitutos se adapta según el grado de dependencia evaluado con el test de Fagerström y la existencia de síntomas relacionados con la sobredosis.
Si a los 7 días la sensación de abstinencia y necesidad compulsiva de fumar siguen presentes significa que la dosis es insuficiente. Una persona que toma sustitutos y necesita fumar debe revisar su dosificación de sustitutos.
Se proponen fuertes dosis al principio del tratamiento y después se van disminuyendo. Los fumadores dependientes tienen más posibilidades de dejar de fumar con un chicle de 4 mg que con un chicle de 2 mg. Para los fumadores con poca dependencia, la decisión de utilizar sustitutos depende de la posibilidad o no de dejar de fumar solo. Los fumadores con dependencia media, en la mayoría de los casos, utilizan sustitutos de la nicotina. Para los fumadores muy dependientes, el consejo medico es indispensable.
El mejor marcador de la dependencia al tabaco es la cotinina, un derivado de la nicotina que puede ser dosificado en la saliva o la orina. Además, refleja el grado de exposición al tabaquismo activo y pasivo. Una tasa elevada evidencia una dependencia importante.
Esta técnica, todavía poco utilizada, puede convertirse en una ayuda significativa para valorar el grado de dependencia y adaptar la dosificación de los sustitutos de la nicotina.
De 0 a 2 puntos: no hay dependencia y es posible dejar de fumar sin recurrir a los sustitutos de la nicotina. Hay que prevenir y adoptar rápidamente los primeros hábitos para dejar de fumar, como beber agua, comer una manzana o realizar una actividad deportiva.
De 3 a 4 puntos: hay una dependencia débil y es posible abandonar el cigarro sin usar los sustitutos de la nicotina, pero hay que prevenir. Los sustitutos pueden aconsejarse si no es posible dejar de fumar solo.
De 5 a 6 puntos: la dependencia es media y se recomienda utilizar los sustitutos de la nicotina.
De 7 a 10 puntos: la dependencia es fuerte o muy fuerte y se recomienda una consulta con el médico, quien aconsejará sobre los sustitutos de la nicotina o un medicamento según el grado de dependencia.
"Ya estoy harto o harta, he dejado de fumar 3 veces y vuelvo cada vez" son frases que muchos fumadores han pronunciado. Pero hay que aferrarse a intentarlo, ya que cada intento aporta una experiencia. A veces son necesarios varios intentos antes de dejar de fumar definitivamente (en promedio, son necesarios 4 intentos antes de lograrlo). Cada recaída representa un paso hacia el éxito, no hay que desmotivarse ni culpabilizarse. No dramatizar y saber que dejar de fumar durante unos meses es posible e importante. Hay que aprovechar para comprender por qué hemos recaído para así no volver a cometer los mismos errores. No fumarse un cigarrillo de vez en cuando, ya que el riesgo de recaída es muy significatiovo. Un fumador muy dependiente es un fumador que puede reincidir 6 meses, 1 año o varios años después.
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