Es importante evaluar la motivación de la persona que desea dejar de fumar para que el profesional que elaborará el tratamiento para el fumador pueda adaptar sus consejos y su tratamiento a su motivación. Debe proponer soluciones que hay que adaptar a cada fumador porque no todos están dispuestos a modificar realmente sus hábitos.
Un modelo descriptivo de los cambios de comportamientos, desarrollado por Prochaska y DiClemente 5, permite medir la motivación efectiva del fumador y su voluntad de cambiar realmente sus hábitos así como la etapa donde se encuentra.
Un fumador pasa en general por una serie de etapas antes de dejar completamente de fumar.
El fumador no tiene todavía realmente ganas de dejar de fumar.
El fumador piensa en dejar de fumar pero todavía no es muy claro en su voluntad.
El fumador toma la decisión de dejar de fumar y elabora una estrategia para lograrlo.
El fumador está activamente comprometido en el objetivo de dejar de fumar.
El fumador ya no es dependiente, pero sabe que debe permanecer muy vigilante para evitar recaer.
El profesional que sigue el tratamiento del fumador le plantea la pregunta esencial si realmente pretende dejar de fumar. Varias respuestas son posibles.
Esto significa que fumar no representa un problema para el paciente. Este está en la etapa 1 de preintención. El médico debe entonces aconsejarle dejar de fumar, evaluar su nivel de dependencia y contemplar ya en esta etapa una disminución de su consumo.
Estamos en la etapa de la intención. El profesional debe ayudar al paciente a explorar su ambivalencia, su miedo, los beneficios de dejar de fumar y sus motivaciones. Debe también evaluar inmediatamente el interés para este fumador de disminuir su consumo de tabaco.
El fumador está decidido a dejar de fumar. El profesional debe establecer con él objetivos realistas para que los logre.
Ciertos fumadores dejan de fumar solos, sin ninguna ayuda y otros recurren a productos de sustituciones nicotínicas que compran sin prescripción y sin consultar a un profesional.
Todos los profesionales recomiendan a los fumadores dejarse ayudar mediante consultas especializadas, especialmente consagradas a dejar el tabaco.
Un acompañamiento psicológico es indispensable y constituye la base del tratamiento del paciente.
Es recomendado a los fumadores dependientes recurrir a un tratamiento medicamentoso, que permiten aliviar los síntomas de destete, disminuir las ganas de fumar y evitar recaer después de dejar de fumar. El acompañamiento de un profesional permite reforzar la eficacia de estos tratamientos.
Los tratamientos nicotínicos de sustitución son medicamentos propuestos en primera intención.
Foto: © delkoo - Fotolia.com