La esofagitis disecante es una enfermedad crónica rara. Se caracteriza por una inflamación permanente del esófago (órgano del sistema digestivo) que resulta de una afectación importante de la mucosa esofágica (membrana que tapiza la pared interna del esófago). Las células del epitelio malpigiano (una capa de la mucosa), que normalmente están muy juntas, no se adhieren de forma correcta entre ellas. La causa exacta de este fenómeno todavía es desconocida. Sin embargo se sabe que, en el 80% de los casos, la esofagitis disecante es secundaria a otra patología: una esofagitis por eosinófilos, por ejemplo, reflujo gastroesofágico o incluso a una enfermedad cutánea (por ejemplo, el liquen plano). El principal síntoma de la esofagitis disecante es la disfagia o dificultad para tragar. A veces también se observan dolores torácicos o una pérdida de peso. No existe tratamiento eficaz para esta enfermedad.