Algunas medidas simples permiten disminuir la frecuencia de los síntomas del reflujo gastroesofágico y del ardor o acidez estomacal en el adulto.
Después de la comida, espere 1 hora antes de acostarse o de realizar alguna actividad que demande un gran esfuerzo físico.
Evite inclinar el tórax hacia abajo. Evite utilizar ropa o cinturones demasiado ajustados a nivel del abdomen. Es importante que mantenga elevada la parte superior del cuerpo mientras duerme. Para lograrlo puede colocar un ladrillo debajo de cada pata de la cabecera de la cama.
Evite los alimentos que favorecen la aparición de un ardor o acidez estomacal. Diversos alimentos y bebidas representan factores de riesgo del reflujo gastroesofágico.
El chocolate también provoca que el músculo del esfínter se relaje.
Las grasas, las proteínas y el calcio contenidos en la leche estimulan aún más la acidez gástrica.
Estos alimentos aumentan las secreciones ácidas del estómago. Entre estos alimentos tenemos: la mantequilla, el queso, los embutidos, las salsas, los pasteles.
La acidez de los cítricos (naranja, limón, toronja) aumenta la acidez del jugo gástrico.
La menta favorece la relajación del músculo del esfínter. Por esta razón, también favorece la aparición del reflujo gastroesofágico.
La cebolla irrita la mucosa del esófago lo cual aumenta la acidez estomacal.
Las especias irritan la mucosa del esófago.
Algunas bebidas pueden aumentar el reflujo gastroesofágico.
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Es preferible comer moderadamente varias veces al día en lugar de comer demasiado por la noche.
El sobrepeso puede aumentar el riesgo de acidez estomacal.
Controlar el estrés y practicar algún deporte son dos medidas indispensables para evitar la aparición de la acidez estomacal.