La sonda nasogástrica es una sonda que introducimos en el estómago a través de la nariz. Esta sonda consiste en un tubo flexible, que tiene uno o dos conductos conectados a un dispositivo externo. Una vez lubricada la sonda se introduce por un profesional en la fosa nasal. La progresión o avance de la sonda para llegar al estómago debe ser lenta. Este procedimiento con frecuencia es muy molesto para el paciente. Para el control de la posición correcta de la sonda se utiliza una radiografía.
La sonda nasogástrica se utiliza en particular para alimentar a un paciente que no es capaz de hacerlo por si mismo, como por ejemplo en caso de coma o en las personas muy débiles. También puede permitir la aspiración y eliminación del contenido gástrico, como en el caso de intoxicación por fármacos o un sangrado digestivo.