La polaquiuria no es una enfermedad en sí misma, sino un síntoma de varias enfermedades urinarias. La polaquiuria se define por una frecuencia anormalmente elevada en las micciones, sin que la cantidad de orina diaria aumente. Habitualmente hablamos de polaquiuria más allá de 8 micciones sobre un período de 24 horas o de la necesidad de levantarse más de una vez por la noche para orinar (en cuyo caso hablamos de polaquiuria nocturna). Entre las causas, un cierto número de enfermedades inflamatorias pueden provocar una polaquiuia como la uretritis, la cistitis y la prostatitis en los hombres con trastornos de la próstata (particularmente la hipertrofia benigna de próstata o el cáncer de próstata). También son causas frecuentes las enfermedades que causan hiperactividad del músculo detrusor o músculo de la micción. También en caso de vaciado incompleto de la vejiga (hablamos en este caso de residuo post-miccional) se necesita orinar con más frecuencia y las micciones son de menor cantidad de orina, y son más frecuentes durante el día. Por último, también es posible el orígen psicológico.
Los síntomas de micción frecuente son:
Paralelamente, otras alteraciones de la micción pueden estar presentes y deben ser buscados en el interrogatorio como la necesidad de hacer un esfuerzo para orinar, gotas retrasadas, la presencia de fugas urinarias o el ardor al orinar: estos signos orientarán hacia la búsqueda de una causa de la polaquiuria.
El diagnóstico de la polaquiuria se hace a través de la entrevista con el paciente, cuando el número diario de micciones sobrepasa las 8 veces al día, o a partir de levantarse dos veces para orinar por la noche. Después se realiza un examen físico con tactos pelvianos (rectal y vaginal en caso de la mujer), un examen urogenital y un examen neurológico. Un examen citobactereológico de la orina permitirá definir un origen infeccioso de el polaquiuria. A menudo se realiza un chequeo urodinámico. Corresponde con el análisis de una micción completa (duración, la fuerza de la micción, cantidad de micción emitida) asociada con un ultrasonido post miccional para comprobar si restos de orina permanecen en la vejiga. En los hombres una ecografía del tracto urinario y de la próstata se realiza con frecuencia, así como la cistoscopia (un examen que permite visualizar el interior de la vejiga).
Para tratar la polaquiuria, es necesario tratar la causa. La infección debe ser tratada con antibióticos. En caso de hipertrofia benigna de próstata se asocian medicinas que pretenden disminuir el volumen de la próstata con medicinas que disminuyen la resistencia a la emisión de las orinas, los alfa-bloqueantes. En los casos mas complicados de polaquiuria de causa mecánica el tratamiento quirúrgico es contemplado.