El cáncer testicular afecta a los hombres en exclusiva porque concierne a la glándula genital masculina. Se trata de un cáncer muy poco frecuente, que afecta a un hombre de cada 25.000 y se presenta principalmente en personas jóvenes, a menudo entre los 15 y los 55 años. Se distinguen dos tipos principales: los desarrollados en las células reproductivas, llamados seminoma, y los otros tipos de cáncer no seminomas calificados en diferentes subtipos de acuerdo con las células afectadas. Anormalidades testiculares, antecedentes de infección o un traumatismo parecen estar asociados con un aumento del riesgo de tumores del testículo.
Los síntomas que pueden ser sospechosos de cáncer testicular son:
El paciente puede sentirse cansado, perder el apetito y bajar de peso .
Ante estos síntomas se pueden realizar varias pruebas y el orden puede variar en función de las síntomas presentes. Se realizará un ecografía del la bolsa para visualizar el testículo y estudiar el aumento del volumen de éste. Se puede hacer un análisis de sangre para estudiar ciertos marcadores, esencialmente proteínas y hormonas que crecen en el marco de un tumor testicular. En base a estos resultados si se sospecha el cáncer se puede proceder a la extirpación de los testículos: a esto se le llama orquiectomía y el análisis posterior de los testículos confirmará el diagnóstico. En este caso deben realizarse otros exámenes para hacer el estudio de extensión que permita identificar la migración posible de células cancerosas hacia los ganglios u otros órganos.
El tratamiento del cáncer testicular se realiza incluso antes de la confirmación del diagnóstico de sospecha y se basa en la orquiectomía o extirpación del testículo. Previamente, se le propone al paciente conservar el esperma porque existen serios riesgos de problemas de fertilidad posteriores a la intervención. Luego, el tratamiento dependerá del análisis del testículo y del estudio de extensión: suele asociarse una quimioterapia más bien en los tumores no seminomatosos o una radioterapia preferentemente en los seminomas.
La prevención del cáncer testicular se basa principalmente en el seguimiento de los pacientes de riesgo y la consulta precoz en el caso de detectar una masa testicular.