El Acné es una dermatosis frecuente que, en sus formas más severas, puede dejar cicatrices muy marcadas en la cara y en el cuerpo.
Los diferentes tipos de acné responsables de estas lesiones y las soluciones que permiten atenuar las cicatrices.
Tres formas "severas" de acné pueden causar cicatrices.
Esta forma de acné aparece en la pubertad como un acné ordinario. Se extiende luego en el cuello, en el tronco, en las nalgas y en la base de los miembros. Se manifiesta por las lesiones siguientes:
Los nódulos (5 mm de diámetro) pueden evolucionar en abceso cuya rotura provoca la formación de cicatrices a menudo muy notorias.
Rarísimo, se presenta repentinamente y se caracteriza por numerosos nódulos inflamatorios que pueden supurar y evolucionar hacia ulceraciones (necrosis).
Se acompaña de diferentes síntomas:
Más frecuente en los hombres y a veces confundida con el acné nodular, esta forma de acné es susceptible de dejar cicatrices irreversibles en la cara y en los hombros.
Las cicatrices son marcadas debido a lesiones inflamatorias profundas por mucho tiempo.
El proceso de cicatrización de una lesión ligera debido al acné puede durar entre seis meses y un año.
La cicatriz producida por una lesión inflamatoria severa presenta las características siguientes:
Varias técnicas y cuidados estéticos permiten difuminar las cicatrices debido al acné una vez que la enfermedad es estabilizada. Estas diferentes técnicas son empleadas por médicos dermatólogos.
Según la naturaleza de la cicatriz pueden ser recomendados el láser o una intervención quirúrgica para la atenuación o borrado de cicatrices.