Es una afección de la piel de la cara, cuyos desencadenantes son desconocidos. Se le conoce más comúnmente como rosácea. Afecta mayoritariamente a los sujetos de piel clara, ojos azules y cabello claro, especialmente a las mujeres entre los 40 y los 50 años, pero las formas más graves se identifican en los hombres. Sus repercusiones psicológicas no son despreciables, porque se asocia facilmente con un consumo excesivo de alcohol, lo cual no es siempre el caso. El tratamiento evita que evolucione aunque sus brotes son imprevisibles.
Contrariamente a lo que podría indicar su nombre, la rosácea no es una enfermedad de adolescentes. Afecta especialmente a mujeres entre 40 y 50 años. Esta enfermedad dermatológica se manifiesta al principio por la aparición de eritrosis (rojeces) sobre la frente, las mejillas, la nariz y la barbilla. A continuación, evoluciona hacia la cuperosis (los vasos se dilatan) y después aparecen las pápulas-pústulas foliculares: son una especie de granos rojizos que aparecen en la piel de la cara. El tratamiento puede incluir antibióticos o cremas emolientes dependiendo de la etapa de la rosácea. También es importante seguir ciertas normas para evitar los factores que favorecen la aparición de los brotes como el sol, las comidas picantes, el alcohol o las bebidas calientes.
Las formas del acné rosácea son:
Las primeras manifestaciones del acné rosácea son brotes de enrojecimiento acompañados de calor e incluso de una sensación de quemadura, que afectan a la cara y desaparecen a los pocos minutos. En su forma crónica aparecen pústulas sobre una piel enrojecida. Los casos raros de rinofima afectan principalmente a los hombres después de los 50 años y aparece una deformación de los tejidos particularmente de la nariz, que puede aumentar de volumen considerablemente.
El diagnóstico de la rosácea es delicado, esta enfermedad puede ser confundida con otras condiciones tales como el acné o la dermatitis seborreica. Además, los síntomas experimentados por los pacientes difieren, lo que hace que el diagnóstico sea aún más difícil. Sin embargo, si el diagnóstico está mal planteado, el tratamiento puede ser insuficiente. En consecuencia, la rosácea no se resuelve o se empeora.
Dependiendo de la forma de la rosácea, el tratamiento se basa en:
El acné rosácea requiere un tratamiento adecuado en cada una de sus formas (ciclinas, metronidazol, isotretinoína, ácido azelaico) así como u buen cumplimiento de la higiene y la dieta. El láser y la electrocauterización pueden obtener buenos resultados en las formas visibles de la rosácea y reducir las recidivas.
La exposición a la luz solar se debe evitar en las horas de mas calor, entre las 11 y 16 h, y durante la exposición el paciente debe estar protegido con una crema de alto índice de protección. Se debe evitar:
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